Estancia el Azul, también conocida como Grupo el Azul, inició sus operaciones en la década del 70 en la provincia de Tucumán, con un campo de cría de ganado bovino y agricultura. La empresa pertenece a la familia tucumana Calliera, que comenzó produciendo soda y con los años se fue metiendo en el negocio agrícola. Hoy siembra en alrededor de 7.000 hectáreas propias, arrienda otras 5.000, tiene un feed lot y es uno de los multiplicadores de semillas más importantes del NOA argentino.
En sus inicios la actividad principal fue la ganadería, pero muy pronto a fines de los 80 y principio de los 90, hubo un vuelco importante hacia la actividad agrícola, principalmente rotando entre cultivos de soja, maíz y trigo.
Paulatinamente se fueron anexando campos linderos que iban siendo adquiridas por la sociedad hasta llegar a la actualidad a una superficie propia, solamente en la localidad tucumana de Burruyacu, de más de 6.138 hectáreas.
Estancia el Azul también arrienda campos de terceros en Burruyacu y en Santiago del Estero, sumando así casi 5.000 hectáreas a su capacidad de producción de granos. En paralelo, en su campo de Burruyacu cuenta con un feed lot con capacidad de alojamiento para 2.000 cabezas.
Pero la empresa no se quedó solo con el planteo mixto de agricultura y ganadería sino que fue por más y en 2005 se inició como multiplicador de semillas de soja a través de la empresa de genética Grupo Don Mario. Según detallan desde la firma, las inversiones realizadas a lo largo de los años, se traducen en 6.000 metros cuadrados de galpones y una planta clasificadora de última generación con un nuevo enfriador de semillas que les permite multiplicar más de 5.000 hectáreas de semillas, principalmente soja. Su capacidad de almacenamiento alcanza las 70.000 bolsas a una temperatura de 15° centígrados y con una humedad relativa del 65%.
Cuenta además con 2 plantas clasificadoras, una con capacidad de proceso y embolsado de 12 toneladas por hora y otra más pequeña de 5 toneladas por hora. En la misma línea están desarrollando el trigo y legumbres para ampliar a su portfolio como multiplicadores. Al mismo tiempo la empresa cuenta con laboratorio de semillas certificado por INASE lo que da un seguimiento en control de calidad para salir al mercado en óptimas condiciones (laboratorio SEA).
En Bichos de Campo el año pasado entrevistamos a la responsable de ese laboratorio:
Por su parte, a partir del año 2007, a través de su controlada Becks Bolivia, la compañía comenzó multiplicar y comercializar sus semillas en Santa Cruz de la Sierra, aunque por el momento discontinuó esta tarea.
A su vez, tiempo atrás Estancia El Azul puso en marcha un plan forestal con el objetivo de implantar alrededor de 100 hectáreas en una primera etapa, dentro de un primer plan de un total de 600. La compañía está atenta a las nuevas tendencias y sobre todo a la importancia de la huella de carbono en la agricultura.
En cuanto a responsabilidad social empresaria, participa activamente de la Fundación León, de la provincia de Tucumán, promoviendo becas de estudio para personas de bajos recursos principalmente vinculados a zonas de influencia de sus campos.
Finalmente, en lo que respecta a sus ventas, en 2022 ascendieron a 2.196 millones de pesos, que se repartieron unos 2.112 millones provenientes del mercado interno y 83,2 millones de la exportación. En 2021 sus ventas habían sido de 1.656 millones de pesos.
Respecto a su situación bancaria, según los registros del BCRA, su pasivo asciende a 867 millones de pesos, toda en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos), el 32% con el Banco Macro, el 21% con el Comafi y el 16% con el Superville. El resto se divide en menor medida entra diversas entidades.