En el presente año la apuesta tecnológica en soja de las compañías semilleras que operan en el mercado argentino se reactivó, aunque sigue lejos de los niveles registrados entre 2021 y 2022.
Luego de que en 2024 se inscribieran apenas 17 cultivares de soja en el Registro Nacional de Cultivares (RNC) del Instituto Nacional de Semillas de la Argentina (Inase), en 2025 la cifra se recuperó para alcanzar las 50 variedades.
Este año la mayor parte de los materiales fue registrado por GDM, corporación global de origen argentino liderada por la familia Bartolomé, que inscribió 25 nuevos cultivares.
En segundo lugar se ubicó la empresa argentina SeedCo, liderada por Guillermo Simone, que registró 10 nuevos cultivares, seguida por la filial argentina de la estadounidense Stine, la cual, por medio de su subsidiaria MS Technologies Argentina SRL, inscribió siete cultivares.
En tanto, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) registró cuatro cultivares, mientras que Syngenta inscribió dos. El listado se completa con una variedad de Curamil y otra de Jorge L. Dolinkue.
De los 50 cultivares inscriptos en 2024, un total de 18 contienen el evento combinado de tolerancia a los herbicidas 2,4-D, glufosinato de amonio y glifosato, mientras que otros once cuentan con tecnología Bt para control de lepidópteros y trece disponen sólo de tolerancia a glifosato.
Por otra parte, cinco empresas (ACA, Curamil, GDM, Jorge L. Dolinkue y Seedco) registraron ocho cultivares no transgénicos, lo que evidencia el interés por producir ese producto destinado a consumo humano directo y que se suele exportarse a Europa y Japón.







