Luego de la pandemia, el agrónomo argentino Santiago Moro decidió que había llegado el momento de emprender una experiencia laboral en el exterior. Especializado en producción tambera –trabajó como técnico en la Comisión de Lechería de CREA–, comenzó a buscar oportunidades en Australia e Irlanda, aunque finalmente se interesó por Suecia, dado que esa nación se encuentra la sede central de DeLaval, una de las empresas proveedoras de tecnología para tambos más destacadas a nivel global.
Luego de algunas entrevistas laborales realizadas de manera remota desde la Argentina, Santiago viajó a Suecia a fines de 2021 con el propósito de finalizar el proceso allá, pero se encontró con algo inesperado: habían comenzado un recorte presupuestario y, por lo tanto, procedieron a suspender las contrataciones.
“Me tuve que guardar mi orgullo en el bolsillo y buscar trabajo. Comencé como repartidor y luego trabajé en un restaurante., pero nunca dejé de buscar trabajo en mi especialidad”, relata Santiago.
En abril de 2022 llegó finalmente una propuesta de trabajo de DeLaval porque quedó un cargo libre por licencia de maternidad, que en Suecia es nada menos que de 15 meses y puede distribuirse entre ambos padres.
“Necesitaban un técnico con mi perfil para cubrir ese puesto, alguien con conocimientos de lechería y capacidad de coordinar equipos de trabajo multidisciplinarios. Tuve una primera entrevista, una segunda, el psicotécnico y quedé finalmente seleccionado”, explica a Bichos de Campo.
¿Tuviste que estudiar sueco o podés manejarte con el inglés?
El 85% de las personas hablan inglés y eso representa una ventaja muy grande. No es que en el trabajo hablo inglés, sino que voy al supermercado y la cajera habla inglés perfectamente. El sistema educativo es sobresaliente en Suecia.
¿Cuál es tu cargo?
Product manager, es decir, responsable de producto. En este caso, se trata de un sensor desarrollado en el sector de servicios digitales de DeLaval. El sensor, que es una caravana, permite medir rumia, celo, detectar la localización de la vaca y si está comiendo o no, entre otros factores, lo que posibilita generar información útil para la toma de decisiones.
Semana intensiva de co-creación y aprendizaje entre mis compañeros de @DeLaval y el equipo de Lattec. Como la información simple puede ayudar a generar empresas lecheras más rentables. pic.twitter.com/LoSyAEJKEX
— Santiago Moro (@MoroSantimoro) June 2, 2023
¿Sos responsable del desarrollo de ese producto?
Así es. Mi trabajo consiste en detectar demandas de los tamberos para generar soluciones en plataformas digitales alimentadas con datos provenientes del sensor. Trabajo con técnicos de “customer experience” (experiencia del consumidor), programadores y diseñadores. El sensor se lanzó este año en marzo pasado en parte de la Unión Europea y en mayo en EE.UU. y Canadá. Posteriormente se comercializará en Sudamérica, quizás en 2024.
¿En qué consiste el trabajo específicamente?
Estoy en un ambiente propicio para generar innovaciones, que implica estudiar cómo interpretar los datos de manera adecuada para producir información para el productor; trabajo con perfiles profesionales con los cuales nunca había trabajado, como es el caso de programadores que jamás vieron un vaca y tengo que explicarles cómo interpretar los datos provenientes de los sensores. Eso representa un gran aprendizaje. Muchas veces, trabajando en el campo, pensaba ¿por qué no hacen una aplicación para solucionar este u otro tema? La realidad es que desarrollar una aplicación es un trabajo por demás complejo en el cual intervienen muchísimos profesionales de diversas áreas. No se trata solamente de programar algo y listo; es indispensable resolver muchísimos problemas técnicos. ¿Qué sucede con los datos si se pierde la conectividad? ¿Cada cuánto tiene que enviar datos el sensor para poder generar información verídica? Los aspectos técnicos por resolver son enormes y deben compatibilizarse con las situaciones reales presentes en el campo, en este caso, en un tambo. El propósito siempre es generar el mejor servicio posible en función de demandas concretas.
¿El equipo de trabajo está localizado en Suecia?
No todo el equipo. Tengo gente en mi equipo que está en India, Polonia y también, por supuesto, en Suecia.
¿Dónde estás viviendo?
Inicialmente viví en el centro de Estocolmo, pero luego me mudé a las afueras de la ciudad; estoy a unos 40 kilómetros de Estocolmo, en una típica cabaña sueca con paredes de madera, techo a dos aguas y chimenea. No es una limitante vivir así en Suecia porque las cosas funcionan. Los impuestos son elevados, pero los servicios son muy buenos. El colectivo pasa todos los días a las 7:20 horas, llego siempre al mismo horario a la estación de tren y eso me permite llegar a Estocolmo en 50 minutos. Además, mientras viajo en el tren, tengo servicio de internet y puedo trabajar en el tren; es tiempo aprovechado.
¿Es posible manejarse con transporte público sin necesidad de tener un automóvil propio?
Hoy en día no tengo auto, pero tengo el examen de manejo en dos semanas porque es necesario. Es decir: puedo vivir bien sin un auto, pero quiero vivir un poco mejor, porque si quiero ir a comprar una leche, por ejemplo, es una aventura que puede tardar una hora y media en transporte público.
¿Es factible ahorrar? ¿Conviene económicamente?
Sí. Tengo capacidad de ahorro de alrededor de un 30% de mi salario. De todas maneras, llevo una vida muy austera aquí, con cocina a leña, porque la electricidad es muy cara. Por otra parte, existe una facilidad muy grande para tomar créditos a tasas de interés muy accesibles. Muchos suecos incluso toman créditos para comprar departamentos y luego los alquilan para obtener una renta adicional; eso porque las cuotas de los préstamos son muy baratas. Lo mismo sucede con los automóviles: es factible acceder a un vehículo con financiamiento muy conveniente. Los autos usados aquí tienen 30.000 kilómetros de recorrido.
¿Te pudiste adaptar al clima? Es muy diferente al de la zona pampeana.
Hoy se está haciendo de día a las 3:30 de la mañana y se hace de noche a las 23:20 aproximadamente y ni siquiera se hace completamente de noche porque permanece una resolana. Pero en invierno sucede lo inverso: se hace de día a eso de las 9:00 de la mañana y de noche a las 14:30 de la tarde y para muchos es algo muy duro; en cuestiones de salud, eso genera deficiencia de vitamina D y es necesario tomar vitaminas. Pero la magia que tiene la nieve en Suecia, de todas maneras, me resulta encantadora.
¿Y a nivel gastronómico?
Suecia no se caracteriza por tener una buena gastronomía. Pensemos que es un país que pasa ocho meses del año bajo nieve y el plato tradicional es albóndigas con puré; originalmente la carne empleada era de ciervo o alce, mientras que actualmente la oferta de carne es más diversa. Aquí la carne vacuna es cara, pero yo es un consumo que no estoy dispuesto a resignar. Me hice amigo de un carnicero y le puedo pedir tira de asado o vacío para poder seguir disfrutando de eso. En realidad, Suecia es un país caro en general. La cerveza en España, por ejemplo, tiene un precio de dos euros, en el Reino Unido ocho euros y en Suecia de doce euros.
¿Pudiste congeniar con suecos? Es un país, por otra parte, bastante multicultural.
Está entre los más multiculturales de Europa. Suecia siempre fue un país muy abierto a recibir extranjeros. Aquí, por ejemplo, hay una comunidad de segunda generación de chilenos que escaparon de la dictadura de Pinochet. Y durante la pandemia estuvo muy abierto Suecia y mucha gente de otras naciones se instaló en el país. En el subte es factible observar gente de múltiples culturas y regiones, además de personas que integran las diversas culturas urbanas. Aunque el año pasado hubo un cambio de gobierno y llegó una coalición de centro-derecha y el tema de la inmigración es una parte central de su agenda, porque están comenzando a ser mucho más estrictos con los residentes no suecos. Los que son refugiados de países en conflicto deben regresar a sus naciones y están mucho más estrictos con la posibilidad de ofrecer trabajo a extranjeros.
¿Y argentinos?
Existe un grupo importante de argentinos en Suecia, gran parte de los cuales son programadores. También están aquellos que salieron de la Argentina preocupados por la situación del país.
¿Considerás que la idiosincrasia argentina te dio alguna ventaja en una sociedad como la sueca?
Esa flexibilidad y el “hacer demás” que tenemos nosotros en muchos aspectos es evidente. La capacidad de adaptación es superior y también ayuda que somos más sociables y empáticos. Cuando arranca una reunión, preguntar cómo les fue el fin de semana, por ejemplo, genera un clima laboral más amigable. Trabajar en el ámbito de la red CREA también contribuyó mucho para armar planes de trabajo y gestionar equipos de trabajo en el marco de un objetivo común.
Para tomar nota: 🇸🇪 @arlasverige organiza jornadas para mostrar el detrás de escena de la producción láctea a los consumidores finales. De paso se festeja con leche y kanelbulle que las vacas puedan salir a pastorear después de un largo invierno. 🐮🐮🥛🥛 pic.twitter.com/tihVojzL5i
— Santiago Moro (@MoroSantimoro) May 14, 2022
Excelente nota!