Ya lo dijeron todos: Hoy se supo que la Argentina recibiría una inversión de 8.400 millones de dólares de la empresa Australiana Fortescue para producir Hidrógeno Verde a partir de la energía eólica. Este anuncio fue festejado por la comitiva argentina que viajó a Glasgow, Escocia, epicentro de la cumbre global contra el cambio climático. Pero, ¿qué es el Hidrógeno Verde y por qué se supone que será clave en el cuidado del medio ambiente?
El hidrógeno es un gas y a la vez es el elemento más abundante del planeta. Se utiliza en miles de ámbitos industriales para la producción. Su uso más conocido se encuentra en la industria petrolera y eléctrica.
El problema es que, para poder llegar a utilizar este elemento, se pasa por un proceso que es muy abrasivo para el medio ambiente pues implica la mezcla con gases contaminantes, entre ellos el metano, y la emisión de carbono hacia la atmósfera.
Según una crónica del diario El País de España, el 95% de los 120 millones de toneladas de hidrógeno que se producen en el planeta se generan a partir de combustibles fósiles (sobre todo a través de un proceso llamado reformado de metano con vapor a partir de gas natural). Este hidrógeno produce entre 9 y 11 toneladas de CO2 por cada kilo obtenido. Es decir, es bastante contaminante.
El hidrógeno verde lleva ese nombre porque viene a ser un hidrógeno que se obtiene a partir de energías renovables. No sucede lo mismo con el hidrógeno calificado con el nombre “Gris”, que en su proceso productivo se utilizan hidrocarburos como gases naturales, metanos u otros que pueden llegar a ser contaminantes. Ni con el “Azul”, el cual tiene un proceso parecido al gris, solo que a este le aplican tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para no ser tan nocivo.
El Hidrógeno Verde, en cuanto a cuidados medioambientales, es el ganador. Aquí el proceso de obtención del hidrógeno se genera a partir de una energía renovable, que en el caso de Argentina, en el proyecto diseñado por la empresa australiana, será la eólica. Aquí, sobre todo en la Región Patagónica, lo que sobra es el viento. Por eso el proyecto se instalará en Río Negro.
Informó el Ministerio de Desarrollo Productivo que la iniciativa de los australianos implicará la construcción de cientos de molinos eólicos, de una planta electrolizadora para la producción de hidrógeno y un puerto de aguas profundas para su exportación. “Este proyecto es uno de los 5 más importantes que la empresa australiana Fortescue tiene en el mundo”, se celebró.
Este es un video institucional (en idioma inglés) de la filial del grupo australiano dedicada al Hidrógeno Verde. Fortescue, originalmente, es uno de los mayores productores de mineral de hierro en el mundo. Su filial se llama Fortescue Future Industries (FFI):
La potencia eólica que se generará a partir de las inversiones anunciadas generaría aproximadamente 4.000 MW eólicos, lo que casi duplica lo asignado por el Plan Renovar a ese tipo de energía limpia.
A la par, según el gobierno nacional, el desarrollo del Hidrógeno Verde en el país podría servir para reducir enormemente el impacto ambiental que producen los transportes pesados y de larga distancia, que utilizan combustibles fósiles, ya que el hidrógeno puede almacenarse en baterías y utilizarse como combustible.
Esto, a su vez, serviría para mitigar los gases de efecto invernadero que emiten otras industrias, donde se utiliza el hidrógeno y que consumen mucha energía, como la del acero, el cemento, papel o fertilizantes.
Hasta ahora, la producción con energías renovables se limitaba a poder utilizarse únicamente en las zonas aledañas a donde se generaba. En cambio, con este proyecto, la que se genere en Argentina podrá ser exportada e industrializada.