Ercole Felippa es para empezar un productor de leche. Tiene el tambo cerca de la localidad de Freire en Córdoba y entrega a la cooperativa Manfrey, de la que fue presidente. Esto le permitió, a su vez, ser nombrado presidente del Centro de la Industria Láctea (CIL).
Como tambero vive en carne propia la crisis de rentabilidad que lleva ya tiempo y que se profundizó con la idea recaudatoria de los diferentes “dólares soja”. “Como todos tuvimos que salir a comprar el alimento que había y pagar lo que pedían” para sostener a las vacas, explicó.
Pese a que representa a los industriales lácteos, Felippa dice que entiende lo que vive el tambero, que la crisis es profunda, que quedarán muchos en el camino y que se requiere de otras políticas bien diferentes a las que aplica este gobierno.
“Cuando se aplica el ‘dólar soja 2’ se tira un misil en la línea de flotación, pero el ‘dólar soja 3’ es el tiro de gracias a productores que luchan por seguir o no en la producción”, afirma en este entrevista con Bichos de Campo.
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Felippa agregó que: “pocas veces vi un gobierno tan desinteresado por un sector tan dinámico, que aporta en materia de exportaciones 1800 millones de dólares como fue en 2022, que genera una cantidad importante de empleo genuino en forma directa e indirecta. No solo no brindó soluciones, sino que agravó la situación que estábamos teniendo”, lo lapidó.
Con respecto a las políticas oficiales dijo que “es necesario que se revisen varias cuestiones. Si tenemos inflación de 6% mensual y Precios Cuidados y aumentos autorizados que no van por encima del 3%, es difícil que la actividad sea sustentable. Por eso digo que lo que se siente es un desprecio por el sector”.
Además destacó que el retraso del tipo de cambio oficial con el que se exporta, los derechos de exportación y el desdoblamiento cambiario golpean al sector industrial y desestimulan las exportaciones. Este año caerían, ya que se espera una baja en la producción de 5% a 7% por los efectos de la seca sobre los rodeos y eso a su vez significa una caída del trabajo de las industrias.
El productor y dirigente industrial dijo que es necesario que producción e industria se unan para reclamar una nueva política: “No hay industria sin producción, ni producción sin industria. Si no trabajamos en forma concatenada no tenemos futuro. Me parece que si ante la problemática del sector buscamos culpables entre nosotros, somos funcionales a los que nos quieren dividir”.
Felippa añadió que la industria sabe que la situación del productor es muy mala. “El precio no es suficiente pero al mismo tiempo no refleja la realidad del mercado, porque si la analizamos sería todavía inferior al que se paga”, aclaró.
El titular del CIL descuenta que ante las pérdidas económicas que enfrentan muchos tambos se profundizará la concentración productiva. “Habrá un proceso duro y si no hay ‘salvavidas’ del Estado es probable que muchos medianos y pequeños queden en el camino. El proceso de concentración cada vez será mayor. El que tenga capacidades financiera no tendrá una caída pronunciada de su producción, aunque producirá a otro costo”.