Por Matías Longoni.-
Algunos la han llamado “guerra de los quesos” pero ni es una guerra ni surge solamente por los quesos: la naranja Valencia y muchos vinos también corren peligro. Se trata de la pretensión de la Unión Europea (UE) de conseguir, en el marco de la negoción comercial que mantiene con el Mercosur, una protección especial para sus productos con Denominación de Origen (DO) o Indicación Geógráfica (IG).
Jaime Castañeda es el director ejecutivo del Consorcio para Nombres Comunes de Alimentos (CCFN, por sus siglas en inglés), una entidad nacida en 2012 en los Estados Unidos para oponerse justamente a esta prestenión europea, que de prosperar dejaría a los industriales alimenticios de muchos lugares del mundo sin posibilidad de utilizar un gran números de “nombres genéricos” que en Europa son considerados DO y por tanto protegidos. Jaime vino a Buenos Aires y aprovechó la cumbre de la Organización Mundial de Comercio para alzar su voz contra esta iniciativa y pedirle al gobierno de Mauricio Macri que no ceda a esta “posición colonialista”, como la denomina.
El de los quesos, sin duda, será uno de los rubros más afectados si Macri y el resto de los gobiernos del Mercosur cede al pedido de la Unión Europea. A modo de ejemplo, las 700 firmas argentinas que producen quesos deberán dejar de utilizar palabras como Feta, Gruyere, Reggianito, Manchego, Fontina, Brie, Provolone, Camembert, Mozzarella, Edam, Emmental, Parmesano y Gouda.
-¿Por qué dice que es una posición colonialista la de Europa?- le preguntamos a Castañeda.
“Europa vino y colonizó todos nuestros países y, en el caso argentino, nos impuso nombres españoles como La Rioja. Pero ahora resulta que tu no puedes mandarle algo a Europa con el nombre La Rioja porque allí es una DO protegida. Vinieron con sus ideas y sus comidas, pero ahora no le puedes vender queso reggianito o cualquiera de todos los nombres que has estado usando de buena fe todos estos años. Es un poco colonialista eso. Te quieren sacar los posibilidad de producir”, responde.
En el marco de las negociones entre UE y Mercosur, lo que hicieron los países de la región, incluyendo a la Argentina, es habilitar una consulta pública para conocer la opinión de la sociedad civil. En ese momento,en Bichos de Campo te mostramos la larga lista de productos que loa europeos ahora quieren proteger en esta región que albergó su cultura y cientos de millones de inmigrantes. Ahora estamos llegando a instancias de definiciones.
Ver: “La Unión Europea quiere que la Argentina proteja sus Denominaciones de Origen”
Castañeda cuenta que el Consorcio CCFN fue creado para defender los nombres genéricos en alimentos en 2012, cuando la UE logró que Corea del Sur incorporara en su acuerdo de libre comercio un capítulo de protección de las IG reclamadas desde el viejo continente. Los europeos tuvieron éxito en su negociación con Canadá, pero cosecharon varios fracasos en otras tratativas, como es el caso de Singapur, Japón, Perú y varios países de Centroamérica.
“Cuando sucedió lo de Corea nos dimos cuenta de que era el comienzo de algo que se iba a extender a otros lugares. Fue un despertar y salimos y creamos esta organización, basada no solamente en el sector lácteo de EE.UU. sino en el sector cárnico, el de los vinos, la fruticultura”, relata Castañeda. En la Argentina, el Centro de la Industria Lechera (CIL) se sumó de inmediato. Es mucho lo que estaría en juego si se los obliga a dejar de utilizar ciertas denominaciones muy comunes en el mercado local.
“La táctica de Euopa la sabemos muy bien. Nosotros los hemos estado persiguiendo y ayudando a los gobierno para que la eviten. Ellos amenazan con pararse e irse de la negociación, pero la realidad es que no se han ido de ninguna negociación porque la importancia de las DO es ínfima en comparación de otros temas en discusión”, razona Castañeda.
El lobista (a la usanza estadounidense) agrega que “me consta que el gobierno argentino, así como la parte técnica que interviene en la negociación, es consciente. Pero esto al final va a ser una decisión política y el presidente Macri tiene que tener el mensaje muy claro: no debe ceder a esta posición colonialista”.