El pasado 4 de marzo fue el aniversario del pequeño poblado de Río Pico, apodado “Paraíso de los pescadores”, porque se halla en una zona considerada una de las mejores del país para realizar la pesca deportiva, a la que acuden argentinos y extranjeros. Entre otras razones, seguramente se debe a su inconmensurable belleza, ya que cuenta con cinco lagos y más de veinte espejos de agua, entre montañas de Precordillera y Cordillera de Los Andes con cumbres nevadas y frondosos bosques.
Allí hay varios productores que están ubicados en la franja de 30 kilómetros de extensión, entre Río Pico y Aldea de Las Pampas. Ésta última, al Oeste de aquella localidad, y ambas en el centro Oeste de la provincia de Chubut, en el Departamento Tehuelches. A comienzos del siglo 20 el Estado destinó 2250 kilómetros cuadrados para que se instalara una colonia alemana en esa zona, y en el verano de 1908 se establecieron 9 familias. Éstas obtuvieron los títulos de propiedad de la tierra en 1926. Algunos protagonistas de esta historia son descendientes de aquellas familias.
En ese lugar de ensueño, amigos y familias nativas de allí han conformado un grupo Cambio Rural, al que pusieron por nombre “Lago de la Ruta 19”. La Mayoría de ellos son pequeños productores agropecuarios que han decidido abrir sus tranqueras para lanzar ocho emprendimientos de turismo rural.
El programa Cambio Rural acompaña y ayuda a los productores para que puedan concretar sus ideas. “Es que la pesca deportiva transcurre durante seis meses, desde el 1 de noviembre hasta el 1 de mayo y necesitamos diversificar la oferta con el fin de que no nos quede medio año ocioso”, señala el ingeniero Emiliano Pérez Carabello, agente de proyecto y nexo entre el grupo, el INTA y la Secretaría de Bioeconomía, justificando la creación de este grupo.
“El mayor del grupo, ronda los 60 años de edad, y la más joven, los 35. Casi todos tienen cabañas y muchos hacen senderismo o son guías de la pesca deportiva -explica la licenciada Florencia Andolfatti, subsecretaria de Turismo de Esquel, quien posee una vasta trayectoria en la promoción de estos grupos y que además los asesora-. Agrega: “Se reúnen una vez por mes y diseñaron el logo con el apoyo del INTA”.
Continúa Andolfatti: “Antes, las familias sembraban trigo y criaban ganado ovino, en esta zona patagónica donde crecen el calafate, la rosa mosqueta y abundan los bosques de ñire y de lenga. El pez emblemático de esta región, por el que tanta gente de todo el mundo viene a practicar la pesca deportiva con mosca, es la trucha, de tres variedades: marrón, arcoíris y fontinalis, durante toda la temporada. Y también en algunos sectores del río Pico, el salmón del Pacífico, entre diciembre y febrero”.
Los ocho emprendimientos son llevados adelante por mujeres y varones, amigos y familias, en su mayoría, pequeños productores agropecuarios.
Mariana Cuenca es docente y construyó tres cabañas para trabajar con el turismo, a orillas del Lago 4, donde la familia de su marido -los Iribarne- tiene un campo de 900 hectáreas. Su marido se ocupa de las tareas del campo con una pequeña producción agropecuaria, en una pequeña parte del mismo. Tiene invernáculos y siembra zanahorias, papas y grandes plantaciones de frutas finas como cerezas y frambuesas, con las que elaboran mermeladas y licores.
Pero sobre todo, la familia Iribarne hace ganadería, cría algunas vacas que ordeña, y con su leche elaboran quesos. Además tiene algunas ovejas, sólo para consumo. Su hija, Matilde, es cuarta generación y como ya está terminando la escuela, piensa ir a estudiar veterinaria a Tandil. Le apasiona salir, emponchada, a arrear los animales.
Mario Riasnianski (71) y su hijo, Marito (44), son guías de pesca y viven en Río Pico. El papá empezó solo hace unos 15 años y su hijo se sumó hace unos 10. Marito comenta que además es radiólogo y trabaja en el pueblo. De modo que en verano se las tiene que arreglar para no descuidar ninguno de sus quehaceres.
“Llevamos a los turistas a recorrer todos los ríos y lagos. Pero el más solicitado es el Vintter, el más grande, que tenemos compartido con Chile, porque es el más lindo. Y también el Lago 2, porque tiene las truchas más grandes”, aclara. “En el Lago 2 sólo se puede pescar con devolución (del pez al agua), y en el Vintter se puede certificar una pieza por persona, pero nosotros no lo hacemos. En el Lago 4 se realiza la pesca deportiva, pero no se puede navegar con motores, porque la comunidad extrae el agua del mismo para su propio consumo”.
“La jornada de pesca transcurre durante 12 horas desde la hora 7 –continúa Marito-, cortando al mediodía, que les hacemos un sabroso asado de carne o verduras. Los pasamos a buscar en camioneta por su alojamiento y los llevamos a embarcar en nuestro semirrígido. Ahora mi padre está haciendo una cabaña en el pueblo y yo, otra a orillas del Lago Vintter, en el campo de mi madre, para alojar a 4 o 6 personas, aunque a algunos les gusta acampar. Las terminaremos en diciembre de este año. Ya tenemos una clientela armada, que en general son 50 % extranjeros y 50 % nacionales. Algunos, vienen dos veces al año y varios reservan la próxima fecha antes de irse”, culmina.
Hilda Schefki pertenece a una familia de mucho trabajo con la tierra, tiene vacas y ha producido papas, con el INTA, y su mamá tuvo una plantación de tulipanes hace muchos años. Posee una antigua cabaña, a la que quiere explotar como hotel de campo con sólo tres habitaciones. Tiene vacas y tuvo un cultivo de tulipanes.
Los hermanos Jorge y Tuli Solís son productores rurales con algunas vacas y ovejas, y en este momento se hallan reparando los corrales. Están incorporando perros pastores para proteger su ganado, porque el puma está haciendo desastres en la zona. Tienen la cabaña, “La Junta”, pero hace un tiempo, para diversificar su oferta, comenzaron como hobbie a elaborar cerveza artesanal con agua de deshielo de la Cordillera, y hacen la fermentación en la misma chacra.
Sonia Solís está encabezando un emprendimiento familiar de camping, y lo está por abrir.
Facundo Knollseisen y su señora tienen la cabaña “Los 4 Hermanos”, para 6 o 7 personas, ubicada a la vera del río Nilson, a 27 kilómetros de Río Pico, y se llega por la ruta que va hacia el Lago 3. Explican que la misma tiene parrilla, chulengo, disco de arado, un estanque con agua para los chicos, cancha de fútbol y de tenis. “A los turistas les cocinamos y pueden hacer caminatas, senderismo, ciclismo, pesca deportiva, recolección de frutos silvestres y se pueden bañar en el río”, detalla Cristina Moya, esposa de Facundo.
Mario García tiene las cabañas “Los Toldos” en la zona del Lago 3, donde las ovejas, que cortan el césped, suelen despertar a los turistas al amanecer.
Emiliano Ojeda (47), Adrián (30) y Javier (42) se lanzaron a practicar trekking con grupos de turistas. Cada uno de ellos tiene otro trabajo estable, en el pueblo, de modo que realizan las caminatas y hacen senderismo sólo los fines de semana. Indica que uno de sus recorridos consiste en llevarlos hasta uno de los cerros más altos, el Desnudo, desde cuya cumbre se ve toda la zona de Lago Verde, de Chile.
“Al principio éramos cinco –detalla Ojeda-, pero después por cuestiones laborales quedamos sólo tres. Nuestras expectativas son a largo plazo, ya que esto se debe dar conocer de a poco. Hoy por hoy hay más personas que se dedican a la actividad, e incluso los mismos prestadores de servicios nos contactan con los visitantes. Últimamente nos hemos dado a conocer bastante, ya que vienen grupos de otros lados a hacer salidas por los alrededores. Pero nosotros seguiremos con nuestra premisa de dar otra visión a las actividades alternativas que mucho bien le van a hacer a nuestro pueblo de Río Pico”, afirma con una gran expectativa, al igual que el resto del grupo Cambio Rural.
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Culminó Andolfatti: “Se toma como fundación de la localidad de Río Pico al 4 de marzo de 1922 cuando comenzó a funcionar la Escuela Nacional Número 75. El pasado 4 de marzo se realizó el acto central de la gran fiesta en honor al aniversario de la localidad de Río Pico, coronado, como todos los años, con un asado popular, gratuito, con animales que los productores donan: terneros, corderos, capones, y hasta se sirve carne de potro. Todo salió muy lindo y esperamos que crezca cada año, como así también los productores con sus emprendimientos, ya que están muy entusiasmados y unidos, y con mucha esperanza”.
El grupo Lago de la Ruta 19 eligió dedicarnos El sembrador argentino, letra de Ariel Petrocelli y música de Ysamara, por Los Cuatro de Córdoba.