Las vacas lecheras ya no esperan sentadas un viaje a Palermo, sino que ya se acuestan para pasar las vacaciones de invierno cómodas en sus cabañas, porque no habrá visita a la muestra de la Sociedad Rural Argentina.
Es llamativo que en este 2024, en el que la Asociación Criadores Holando Argentino celebra sus 80 años de historia, no se haya logrado una convocatoria para la que será la próxima exposición del 18 al 28 de julio. Sin embargo los motivos son varios y todos confluyen en la cuestión económica.
Lejos quedaron aquellos años ´70 en los que se llegaron a contar 500 animales blancos y negros; y fue con un traspié anterior con ínfima participación que en 2019 se dio la última edición con presencias de estos ejemplares lecheros, siendo 72 animales de seis cabañas las que habían pisado la arena de la pista para la jura. Una raza precisa de al menos 30 ejemplares para determinar un gran campeón que pueda estar en el acto inaugural.
Bichos de Campo pudo confirmar que ninguna de las cabañas asociadas a ACHA se inscribirán este año y así se dará el tercer año consecutivo sin jura, aunque la raza volverá a estar pero en el Espacio Lechero que para este año tendrá novedades muy interesantes, como el ordeño voluntario de vacas, ya que por primera vez se podrá ver en vivo el funcionamiento de un robot, además de otras actividades del sector.
Pero volviendo a lo que se ciñe a lo institucional, los cabañeros explican su ausencia con motivos sólidos y fundamentados en causas económicas diversas.
En primer término, la inscripción de cada animal asciende a 360 mil pesos, a diferencia del resto de las muestras en las que no se tiene que dar este tipo de pago para participar. Por lo general, las cabañas llevan a las muestras unos diez ejemplares de diversas categorías.
Para cuidar a esos animales se debe disponer de unos cinco trabajadores que salen de sus tareas en el tambo, para cubrir los turnos de atención. Además de su salario y horas extras, se deben cubrir alojamientos, sumados a los de los responsables de las cabañas.
En Palermo no existe lo que se ve en las muestras del interior del país, donde se comparten comidas en la fila de animales, encuentros constantes que siempre se dan entre asados o picadas de diferente tipo, es así que se suma al costo todas las comidas para todo el personal.
Además, no pueden llevar sus propios fardos y esto para el ganado lechero tiene un impacto importante en la productividad. Es por una cuestión de orden que la SRA exige la compra de la alfalfa de forma unificada, lo cual además del costo, cambia las condiciones para animales que en días pueden tener deterioros importantes en sus resultados productivos.
Las principales cabañas que se siguen presentando en exposiciones y en las juras están ubicadas en el centro-oeste de Santa Fe y también en el este de la provincia de Córdoba. Por lo tanto, para cubrir una distancia de 600 kilómetros, aproximadamente, en un transporte adecuado tiene un costo por camión de 3,5 millones de pesos para ir y volver.
En lo único que se flexibilizaron las condiciones para la raza desde la SRA es no tener que estar presentes los diez días de exposición, pero el traslado no puede bajar de una semana, por cuestiones operativas.
Más allá de todo esto que fue detallado, se podría decir que el principal motivo está en lo que varios cabañeros coinciden, “Palermo dejó de ser un negocio para el Holando”.
El orgullo de ganar en la ciudad de Buenos Aires y la repercusión de eso hace unos años tenía un impacto en la venta posterior de machos, de ejemplares, e incluso de genética que ya no es tal. Esa falta de mercado es lo que no permite compensar los costos fijos de la exposición, con la posterior venta y es así que ya no hay voluntades para ocupar algunos lugares en los salones de animales.
¿Qué más dejan trascender las cabañas? Que “pueden llegar a pasar muchos años hasta que volvamos”, porque la situación en la lechería está complicada, en precio, en condiciones y se necesitan atractivos que hoy no alcanzan con el honor de ganar en Palermo.
Será entonces que las juras en pista se darán en las exposiciones que le restan al año, entre Santa Fe y Córdoba, siendo el punto más importante la 117° ExpoRural de Rafaela y la Región donde se celebrará la Fiesta Nacional del Holando, con la presencia de un jurado internacional, con reconocimientos a las cabañas socias de ACHA y la premiación del mejor ejemplar elegido durante las competencias de 2023 en esa provincia.
Muy acertado su análisis, agrego que una parte importante de los ingresos compensatorios para llevar animales a una exposición son los remates. Palermo dejó de ser una plaza comercial para toros y vaquillonas al parir., En las exposiciones importantes de Cordova y Santa Fe se vende y se vende bien! Los compradores de vaquillonas y toros están en esa zona, no cerca de Palermo!
Qué tristeza me dan estas noticias. Si hacen tres años que no pueden venir es por estos 16 años de gobierno socialista. Para los porteños “era” una fiesta ir a la Rural de Palermo.
Que los ricachones de m….donen sus posesiones y dejen de explotar animales. Dios haga un milagro. Amen.
Fiesta???? Sera para vos, y los oli garcas estas cosas no son de pueblo. Dejen a los animales en paz. A ver si a vos te gustaria que te exhiban las ubres.
Patricia querida, gracias a esta gente el país tiene recursos, también nos permiten vivir con celular e Internet, porque ejemplo, como vos y yo tenemos
Execelente la nota
No hay q contestar a los q no tienen idea ,de lo q es trabajar 24 x 24 los 365 días. Los tambos se cierran y el precios,a la gente x las nubes.No arreglan un camino ,para sacar la leche de los tambos,en años..Hay monopolio de empresas.