Todo parece atentar contra el desarrollo de la producción ovina en la Patagonia, territorio donde esta especie reinó durante más de un siglo. Es por eso que se espera que este año, cuando se haga el recuento del stock total de cabezas, los números sean inferiores a los del 2022.
El dirigente Miguel O´Byrne alerto: “En Santa Cruz llegamos a tener 8 millones de cabezas. El año pasado había poco más de 2 millones, pero este año calculamos que el conteo dará 1,8 millones. En toda la Patagonia llegamos a tener más de 20 millones de ovejas y ahora tenemos apenas 7 millones”.
Varios factores son los que condujeron a esta reducción del stock e impulsaron a la baja a las producciones de carne y lana, según explicó el productor.
El clima viene castigando al sector que entra a su cuarto año de seca, con una producción de forraje por debajo de las necesidades. Hay poco alimento y además crece la competencia del guanaco sin control, y con él aparecen a su vez los depredadores.
La exportación de carne ovina es baja y lo que se produce se destina el mercado local, que está muy castigado por la crisis económica y por una inflación que ya acumula el 114% interanual.
“Los cortes en las carnicerías de la región no valen más de 2.000 pesos y el año pasado en esta época costaban 1.200 pesos. La suba fue de 60%. Por otra parte la, hacienda subió menos aún. El kilo de cordero en gancho vale 800 a 850 pesos, cuando en 2022 se paga 600 a 650 pesos. La suba fue del 30%”, explicó el productor santacruceño.
Además, hay poca demanda por la lana, que registra caídas de precios en el mercado mundial. “La baja fue de 22% en los mercados de referencia mientras que acá hay poca demanda y productores con hasta tres cosechas sin negociar”, indicó O´Byrne.
La que se vende bien es la lana Merino, que cotiza “hasta 5 dólares por kilo, pero no rinde porque con el desdoblamiento cambiario el productor recibe en pesos la mitad de lo que cuesta el dólar real con el que se rige la economía”, finalizó el productor.
Mataron demasiados Pumas, ahora capaz entiendan que es mejor perder algunas ovejas cada tanto y no perder el alimento a largo plazo.
Otra nota pedorra a favor de los oscuros criadores de ovejas. Había 20 millones y ahora “sólo 7”. Como si fueran pocas. Y se siguen quejando de los guanacos. ¡Qué gente desagradable!. Me siento orgulloso de mi decisión de no comer más cordero patagónico. ¡Ni un peso de mi bolsillo a esos oscuros productores!.
Eduardo , soy criador de ovejas , doy empleo a 5 personas + 17 en alta temporada. Producimos lana y carne . Pago impuestos , sueldos , y la cuenta del almacén del pueblo .Nuestra lana, que es un producto natural y sustentable , se exporta generando divisas, trabajo y recursos tributarios . Son las ovejas y los productores ovinos ,los que con clima inhóspito producen arraigo y actividad a miles de pueblos de la Patagonia. Creo que nada de eso se podría hacer si hay descontrol de la fauna autóctona , NO erradicación , solo control. PD: tenés tanto prejuicio que te privás de comer carne de cordero , que es sabrosa , magra y mas sana que la del vacuno…
No entiendo bien: el guanaco es autoctono las ovejas no. Son ellas las q compiten por el alimento. En mi ciudad no se ve nunca cordero en las carnicerias. Me parece q son mas faciles de criar q los novillos. Q me expliquen
En otros paises se consume habitualmente a precio razonable
Si entendieran el concepto “SUSTENTABLE” ya estarían haciendo cruza de Guanaco. para lograr más peso por especie y calidad de pelo..Al parecer se quedaron en el SXVII, cuando se introdujo una especie originarias de islas con elevadas precipitaciones y pastos abundantes y tiernas pasturas.