Por Nicolás Razzetti (@nicorazzetti)
La estadística oficial, computadas las exportaciones de carne de diciembre pasado, confirmaron la tendencia de los meses previos y las previsiones de los analistas. El crecimiento en los embarques de carne vacuna fue notable en 2017. En total se exportaron 206.613 toneladas peso producto (equivalentes a 308.600 medidas en toneladas res con hueso), lo que significó un incremento del 33% en relación a 2016.
China se destacó como el mayor comprador de carne argentina. El año pasado llevo casi 100 mil toneladas pesos producto, casi la mitad del total embarcado. Las ventas a ese destino se incrementaron 72% entre un año y otro.
Además, la Argentina exportó otras 127.500 toneladas de menudencias y vísceras.
En este ítem el crecimiento fue importante pero menor al de los cortes vacunos, de solo 13%. El valor promedio de la tonelada exportada, de 2.000 dólares, es apenas una tercera parte del precio logrado por cada tonelada de carne. Claro que se trata de un producto de menor calidad aunque de peso en la integración de la media res, que es clave para la salud del negocio frigorífico. En menudencias, Rusia y China fueron los mayores compradores, con 43.000 y 40.000 toneladas respectivamente.
De esta segunda estadística se desprende el dato más que curioso. El producto más exportado por el país en 2017 no fue el bife de chorizo, el lomo, el cuadril o la nalga sino el hígado.
Del total (127.000 toneladas) de achuras vendidas a los mercados internacionales, el hígado se quedó con el 21%, ya que las ventas sumaron 26.400 toneladas.
Muy atrás del volumen de hígado vendido al extranjero quedaron los embarques de cortes de calidad, como el bife angosto, que sumó 20.000 toneladas; y el bife ancho, que solo se exportó por 10.400 toneladas.
Sobre el uso que se le da al hígado de los bovinos en otros países, el consultor Víctor Tonelli dijo que “se trata de un producto se de segunda categoría, pero muy requerido en algunos mercado, ya que sirve tanto para consumo directo como para preparados como por caso el lewerburst”.
Además del hígado la Argentina exporta los rabos (7.218 toneladas) y la lengua (4.600 toneladas) de los bovinos. Tonelli explicó que las menudencias ganaron peso en la integración de la media res por la pérdida de valor del cuero y ya representan cerca del 40/50% del ingreso que tienen los frigoríficos (“recupero”, en la jerga) por la venta de los subproductos.