Si hay algún elemento que distingue a los argentinos en el mundo, sin dudas que el mate está en el tope de esa lista. Infusión nacional por excelencia, el mate encuentra su origen productivo en Misiones y norte de Corrientes. Allí se extienden las parcelas con Ilex Paraguariensis, arbusto del que se poda la hoja que luego se vende a la industria que la seca, la estaciona, la fracciona y comercializa.
El 2024 no fue el año de la producción yerbatera, pues estuvo plagado de obstáculos, en su gran mayoría provenientes de la decisión de desregular la actividad y dejar acéfalo al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), además de quitarle su facultad principal de mediar entre la industria y los colonos por un precio justo.
Como si esto fuese poco, la naturaleza y los mercados se ensañaron con el sector yerbatero, pues las escasas precipitaciones, y problemas sanitarios como el rulo, plaga que afecta a los yerbales, sumaran otra adversidad. El precio cayó y el principal comprador en el extranjero de yerba mate, Siria, entró en una crisis política y no se sabe qué pasará con las exportaciones.
Para confirmar que el 2024 fue una película de terror para esta economía provincial, el INYM acaba de publicar el informe con los datos completos de todo el período, y se confirma que el envío de yerba mate a industria fue el más bajo desde 2016. El consumo real podría ser peor aún, ya que según estos datos, solo se toman las entregas a la industria molinera y no se tiene en cuenta el crecimiento poblacional.
Con estos datos, se puede inferir que el consumo se retrajo fuertemente durante 2024, pues la industria compra materia prima de acuerdo a las necesidades presentes y futuras. Durante el año pasado, la yerba mate con salida a molino totalizó casi 257 millones de kilogramos, una caída de 9.2% respecto al año precedente.
Sin embargo, el dato sobresaliente es que si nos vamos hasta los registros históricos del INYM para evaluar la serie completa desde que se tienen datos, este número representa el volumen más bajo desde 2016, cuando se despacharon 252 millones de kilos.
El movimiento de yerba mate a salida de molino es el indicador más cercano al comportamiento de la yerba mate en góndola, ya que incluye tanto el volumen que se envía a los centros de distribución de las firmas yerbateras como las compras efectuadas por los mayoristas, hipermercados y supermercados.
La otra cara de la moneda es el de las exportaciones. Entre enero y diciembre del año pasado, los embarques hacia el mercado externo totalizaron 44.019.308 kilos, marcando un récord histórico de exportaciones del sector yerbatero.
Si se considera la sumatoria de los despachos locales y las exportaciones, el total anual de la salida de molinos arrojó la cifra de 302.832.961 kilos de yerba mate.
La estrategia que lleva adelante el INYM mediante el armado de pabellones de Yerba Mate Argentina en las diversas ferias alimentarias del mundo y los contactos comerciales que allí establecen los establecimientos yerbateros, son un pilar fundamental al momento de marcar presencia y ganar la confianza de los consumidores en el exigente mercado internacional.
Esta tarea conjunta derivó en la consolidación de Siria como principal destino de la yerba mate argentina y de Chile en segundo lugar, a la par que se logró una creciente presencia en aquellos conformados por los materos que viven en los Estados Unidos, España y otros países de la comunidad europea; además de despachos a mercados incipientes como la India. Otro dato relevante es que nuevamente aparece Uruguay como destino de exportación.
En cuanto a los formatos, los envases de medio kilo mantienen la preferencia de los consumidores. Durante el mes de diciembre de 2024 los paquetes de medio kilo representaron el 56,68% de las salidas de molinos al mercado interno. Con el 37,67 % se ubicaron los paquetes de un kilo, con el 1,74 % los envases de dos kilos, y con el 0,69% los de cuarto kilo. En el ítem ‘otros formatos’ las salidas alcanzaron 0,32%, mientras que el 2,90 % correspondió al rubro ‘sin estampillas’.
De acuerdo con los datos históricos, se mantiene con pocas variantes la participación de los distintos formatos en las salidas de molino con destino al mercado interno, concentrando los formatos de 1/2 y 1 kilo, el 94,35% de las mismas.