Para el Consorcio ABC, que con sus frigoríficos concentra el 80% de las exportaciones de carne y el 30% de la faena, la vaca sagrada son las ventas al exterior.
Y aunque el nuevo gobierno ha dado señales políticas para ese negocio, a través de medidas como la quita de cupos de exportación, o de la prohibición de exportar ciertos cortes de carne, de las declaraciones juradas DJEC y hasta del Observatorio de Precios, Ravettino cree que el camino para recuperar las posiciones perdidas en el mundo será largo.
“Hubo señales para decirle al sector que el camino es la exportación, y eso se entendió. Pero contrasta mucho con la realidad del mercado internacional. Nosotros lamentablemente somos China dependientes, cosa que otros países no son. Para Brasil, el gran exportador, China representa el 35% de las exportaciones y para nosotros el 80%. Por eso estamos buscando alternativas que nos permitan posicionarnos de una mejor manera”, dijo a Bichos de Campo Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC.
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“Hoy en día estamos con mercados y precios estables, en algunos casos a la baja, y por supuesto necesitamos competitividad, en virtud de la situación en la que están nuestros competidores. La competencia que tenemos es sumamente agresiva de Brasil y en la materia prima nosotros tenemos un novillo que hoy en día que está en 3.90 dólares el kilo, y en Brasil está 2.50 dólares”, añadió el exportador, que no pierde las esperanzas de algún anuncio del presidente Milei en la Rural de Palermo, como para mejorar esa situación. Por cierto, la carne sigue tributando 9% de retenciones.
En este nuevo escenario, será clave determinar cuánta carne se destinará a la dieta de los argentinos, y cuál será el saldo que quedará listo para ser exportado.
“Si tenemos unos 40 a 45 kilos de carne, 40 a 45 de pollo, y 20 a 25 de cerdo, tenemos una dieta equilibrada de proteína animal en torno a los 115 a 117 kilos, que permitiría generar un saldo exportable con el que, en la medida de lo posible, abastecer mercados que nosotros abandonamos cuando irrumpió China en el en el contexto internacional, como son los mercados del Magreb, del norte de África, como Rusia, entre otros”, indicó Ravettino.
–Hoy exportamos menos de 1 millón de toneladas, entre 900 y 800 mil, pero 80% va a China. ¿Cuál es el futuro que imaginás?– le preguntamos.
-China es una aspiradora. Yo me imagino como futuro el sudeste asiático como gran mercado, encabezado por China, pero por supuesto complementado por Malasia, Singapur, Corea del Sur, Japón, Filipinas. Son todos mercados que consumen proteína animal y a los que nosotros todavía no podemos entrar. Nosotros tenemos toda una agenda de trabajo para la segunda mitad del año en esos mercados, que esperemos poder llevarla a cabo. Igual el mercado internacional está estable. Terminamos un junio de 57.000 toneladas peso-producto (de exportación). Yo creo que lo más positivo fue cómo terminó la cuota Hilton en valores, porque en volumen no la pudimos completar, y el negocio del kosher que cerró oscilando los 8.000 dólares, que es un buen precio.
-¿A cuánto imaginás la exportación de la Argentina este año?
-Creo que vamos a estar muy similar al año pasado (fue apenas por arriba de las 900 mil toneladas).
-¿Y qué te gustaría para más adelante?
-Y a mí me gustaría un proyecto de exportación en donde en cuatro años pudiéramos duplicar las exportaciones, pero no a costas del mercado doméstico, sino incrementando la producción y con crecimiento del stock ganadero, que es el modelo brasilero. ¿Por qué irrumpe tan agresivamente Brasil en el mercado internacional? Por el crecimiento drástico que tiene su stock ganadero. Lamentablemente en Argentina estamos estancados en los 54, 55 millones hace más de diez años.
-Crecer para exportar y manteniendo el consumo interno. ¿Será posible?
-Se puede mantener esa dieta excelente de 115 a 117 kilos por habitante por año de proteína, de forma equilibrada.
Zanahorias de colores es lo que le pone el cobije al campo