El riojano Mario González, flamante presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), le advirtió al ministro de Economía, Sergio Massa, que así como está planteado el Dólar Agro de 300 pesos para las economías regionales no podrá ser aprovechado por el sector vitivinícola, justo en el momento coyuntural en el que más lo necesitaría.
“Se advierte con mucha preocupación las dificultades de las empresas vitivinícolas en acceder al Programa de Incremento Exportador, el que fue esperado con muchas expectativas y fue lanzado el pasado mes de abril. De acuerdo a la información relevada, a la fecha es muy bajo, prácticamente nulo, el acceso de establecimientos vitivinícolas al Programa”, indicó el titular de la Coviar, un organismo mixto creado por ley para llevar a cabo los planes estratégicos que necesita la cadena vitivinícola.
En una nota dirigida tanto a Massa como al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, González indica que se han sumado un montón de escollos para que las bodegas exportadoras no hayan podido, hasta aquí, beneficiarse del prometido tipo de cambio de 300 pesos, que entró en vigencia en mayo y continuaría hasta fines de agosto.
Entre los motivos se mencionó que:
- El mecanismo ha sido complejo.
- El Programa expone contradicciones, principalmente en lo instrumentado desde la Secretaria de Comercio.
- El tipo de cambio establecido fijo ($ 300) y sin actualización según variación de los tipos de cambio existentes (oficial vs MEP), hace que no exista previsibilidad en las operaciones y cobros a futuro.
- Ajustar los precios de mercado interno a un 2% mensual no es posible ante los índices inflacionarios existentes.
- Para las bodegas que tienen un alto porcentaje de venta en el mercado interno, se hace difícil cumplir con las condiciones del Programa.
- La ventana de tiempo de aplicación del Programa es demasiado corta en función de la dinámica comercial de nuestra actividad que se realiza los 12 meses del año.
- La venta a plazo -característica en la exportación vitivinícola- hace muy
difícil conseguir dólares en la ventana de la aplicación del Programa. - Es más fácil de aplicar para bodegas grandes que tenga todo el mecanismo de cobranza en el exterior muy aceitado. Para las PyMES es más complejo.
Massa, que ya había insinuado la creación de un dólar especial para las economías regionales en noviembre, tras las fortísimas heladas que castigaron las zonas cordilleranas y en especial se ensañaron con la producción de uvas, concretó finalmente ese anuncio en abril, en simultáneo con la instrumentación de un nuevo capítulo del Dólar Soja. Pero hasta aquí no se conoce el caso de ninguna empresa que haya podido acceder a ese supuesto beneficio.
En diálogo con Bichos de Campo, el presidente de la Coviar -que proviene de la cooperativa La Riojana-, confirmó que en el caso de la vitivinicultura se está haciendo muy cuesta arriba, en especial por las exigencias que impone Comercio Interior de que las empresas exportadoras deban enviar productos también al programa de Precios Cuidados y someterse entonces a un régimen de precios controlados que solo autoriza leves correcciones, muy por debajo de la inflación.
“Para la vitivinicultura este es uno de los peores años en toda la historia. La producción primaria está en caída libre por la fuerte helada y va a ser muy difícil para muchos productores atravesar el año. Además el mercado interno ha caído por la baja del poder adquisitivo de la población, ya que el vino no es un producto de primera necesidad. Y en el mercado externo dejamos de ser competitivos por la brecha cambiaria”, se explayó Mario González, que en la misiva enviada a Massa requirió una urgente reunión de trabajo para revisar la política anunciada para el sector.
En este sentido, el presidente de Coviar admitió que “le habíamos puesto mucha energía al dólar diferencial anunciado en la Vendimia. Cuando salió pensamos que podía ser una alternativa posible, Pero no funcionó y muy pocas bodegas pudieron inscribirse”.
En la carta, la Coviar precisó que todos los productos vitivinícolas registraron bajas en sus exportaciones en 2022 respecto a 2021. En volumen los envíos de vino fraccionado cayeron 11% y los vinos a graneles lo hicieron 42%. En jugo concentrado de uva se retrocedió un 23%, un 17% en pasa de uva y otro 23% en uva de mesa. En el primer bimestre de este año esos bajones so todavía mayores y mucho más preocupantes.
En este escenario, a los integrantes de la cadena vitivinícola le preocupa charlar con Massa y Bahillo sobre otras restricciones que enfrenta el sector, en especial el acceso a los dólares oficiales necesarios para los pagos de servicios profesionales y comisiones al exterior, bajo el régimen del SIRASE.
-¿En cuánto caerá la producción de vino este año? ¿Será necesario importar?- le preguntamos a González.
-En cuanto a stocks de vinos vamos a estar bien y no será necesarios. Si bien la cosecha cayó, en este momento los datos nos marcan que hay 5 o 6 meses de stocks de vino. Con eso tenemos que llegar a junio de 2024.
Pero el panorama es más bien complejo, puesto que luego de las fortísimas heladas de noviembre de 2022 la cosecha de uvas ha sido “una de las mas bajas de 50/60 años”, y rondó los 14,5 millones de quintales, cuando una producción normal era de 27 o 28 millones. En la vendimia 2022 ya se había registrado un descenso a 22 millones de quintales. Por eso los productores necesitarán una ayuda excepcional para poder sortear esta campaña y ls ingresos provenientes de la exportación serían de mucha ayuda. “la continuidad de los productores familiares es lo que más nos preocupa”, apuntó González.
Esta es la nota enviada por la Coviar a Massa:
Nota COVIAR dólar (may-23)