Por Matías Longoni.-
Primero lo justo: es una buena noticia que este jueves se haya realizado una primera reunión de la Mesa Láctea con el presidente Mauricio Macri. Es bueno por dos razones. Una es que finalmente el sector logró dejar sus rencillas de lado para intentar establecer un mínimo de acuerdos para presentar ante las autoridades. La otra razón es un calco de las otras “mesas de competitividad”, como la de carnes o la forestal: el presidente se muestra interesado y pregunta, inquieto por el devenir de los sectores productivos.
¿Qué sucedió en la reunión entre tamberos, industriales y autoridades? Qué se empezaron a abordar los problemas pero no hubo definiciones. Aunque el subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, ha sido en los hechos ratificado en su cargo, recién debutaba el nuevo ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, que necesita tiempo para el hervor. Por eso volverán a verse las caras en dos meses. Lo prometió Macri. Será a principios de febrero.
La única definición de la reunión fue por la negativa y ya era conocida por todos: este gobierno de Cambiemos no intervendrá en el mercado de lácteos ni en los mecanismos de formación de precios. Fue lo que le contaron a Fernando Bertello, que reconstruyó la reunión para La Nación, algunos de los participantes. “El Gobierno no va a intervenir, pero creo que con el tiempo se va a ir ordenando”, le dijo Jorge Chemes, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Ver: “Mil tambos menos. Datos oficiales sobre la década perdida en lechería”
De la reunión participó, además del nuevo equipo de Agroindustria, el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, quien tenía intereses directos en el sector a través de la Pyme láctea Pampa Cheese.
Pero casi no habló el único representante de los supermercados, sector al que los productores de leche históricamente acusan de quedarse con la parte del león de la rentabilidad del negocio. Ya se sabía eso también: para el gobierno macrista la cadena láctea termina a salida de fábrica y es hasta allí donde deben revisarse los números.
La presencia de Lopetegui y la ausencia de Ricardo Buryaile, el ex ministro de Agroindustria, visible perdedor de una pulseada con el vicejefe de Gabinete. Lopetegui fue quien se plantó siempre ante las políticas de intervención en el mercado lácteo que impulsaba el formoseño, como cuando se sugería (a comienzos de la gestión) que el Estado comprara los excedentes para elevar los precios pagados al productor, o cuando se distribuyeron compensaciones a los tamberos por 1.000 millones de pesos, que luego se cortaron; o cuando se invitaba con insistencia a los supermercados a sentarse en la mesa de negociación.
Será toda una experiencia saber cómo se ubica ahora en este debate el nuevo ministro Etchevehere. En septiembre de 2016, cuando los tambos se iban al tacho porque perdían dinero a raudales, el ex presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) declaraba: “Los supermercados les roban a los productores y a los consumidores”.
La definición en la falta de definición. El gobierno que ahora confirma que no va a intervenir en el mercado lácteo nunca dio a conocer los resultados de la investigación que, con aportes de Agroindustria y de las propias entidades de la Mesa de Enlace, inició a fines de 2016 la Comisión de Defensa de la Competencia (CNDC) sobre la transparencia en la cadena láctea. ¿Para qué saber los resultados si no serían aplicados?
Ver: “Estalla la demanda china de leche, pero para la Argentina ni fu ni fa”
Voces oficiales consultadas por la Agencia Télam dieron su versión sobre los temas tratados en la reunión de la Mesa de los Lácteos. “Fuentes de la cartera de Agroindustria precisaron que durante dos horas se analizó la situación del sector, el panorama internacional, la necesidad de obras de infraestructura y la apertura de nuevo mercados para la producción láctea argentina, entre los que se mencionaron a Brasil, Colombia y México”, indicó ese cable.
¿La apertura de nuevos mercados? ¿Para qué? ¿Cómo prioridad? Quizás pueda serlo para el mediano plazo, porque ahora la urgencia es recomponer la oferta doméstica de leche. Los indicadores oficiales de la actividad láctea indican que apenas se está produciendo leche para atender el mercado interno y no mucho más, al tiempo que ubican a las exportaciones cayendo más del 30% por segundo año consecutivo. La industria láctea, además, está trabajando al 50% de su capacidad instalada.
En fin…