Los datos del ministerio de Agricultura indican que en los últimos 6 meses del año la producción de leche creció 9% respecto de los mismos meses del año pasado. Entre febrero y julio el valor promedio por litro mejoró apenas 2,5%. Queda más que claro que el aumento importante de la oferta entre enero y julio frenó toda suba de precios posible a los productores.
En los últimos informes del SIGLEA, los tamberos aparecen cobrando 18 pesos por litro de leche, centavos más o menos. Mientras tanto se va deteriorando por caso su poder de compra de algunos insumos claves, como por caso el maíz. El cuadro del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) indica que el poder de compra de maíz en el último año se deterioró 19% y el poder de compra de la soja hasta 30%.
Otra forma de medir la pérdida del poder de compra de la leche es contra la capacidad de compra de las vaquillonas que reponen los tamberos. Para eso se requieren actualmente de 6.000 litros de leche, lo que significa un incremento del 48% respecto de los litros que se precisaban en el primer semestre del 2019.
Esta suba visible de los costos da cuenta de cómo se complicaron las cuentas de los tamberos, de lo difícil que les resulta para la lechería compertir con la agricultura. También explica en gran medida los malos resultados económicos de los tambos chicos, que suman el 50% del total de los establecimientos pero apenas el 18% de la producción de leche.