Por Nicolás Razzetti (@BNicoRazzetti).-
Los indicadores oficiales sobre la producción porcina parecen auspiciosos: más consumo, más faena y hasta más exportaciones. Pero como sucede con los tamberos, que cuanta más leche producen más dinero pierden, los productores de cerdos vienen alertando sobre una alarmante pérdida de rentabilidad. Incluso ahora dicen que, con los números actuales, pueden llegar a perder hasta 5 pesos por kilo de carne que produzcan.
Los malos números del negocio porcinos son consecuencia de diferentes problemas. Pero se destaca la suba de los costos, en especial los de la alimentación de los rodeos, que en los últimos meses se encareció notablemente primero por el daño de la sequía sobre las cosechas de maíz y soja y luego por la devaluación de la monera local.
Según publica el Ministerio de Agroindustria, la faena vacuna entre enero y abril aumentó 9% mientras que la producción de carne lo hizo 11%. Esa mayor producción derivó hacia un crecimiento similar del consumo por habitante/año, que ya supera levemente los 15 kilos.
En la fotografía oficial también son positivos los datos referidos al intercambio comercial de carne porcina. Las importaciones caen el el primer cuatrimestre de este año un 13%, mientras que las ventas al extranjero aumentaron 347%. Hay que aclarar que en ese rubro se parte de una base muy baja de embarques en igual lapso de 2017, por lo que todo incremento marca diferencias muy elevadas.
Los problemas aparecen cuando se analizan las cuentas micro del sector, los números de los productores, que vienen alertando en los últimos meses por el deterioro del resultado económico de las granjas. Esta situación queda reconocida en el tablero de control del Ministerio de Agroindustria, que da cuenta de que el precio del capón aumentaron 17% el último años, frente a una inflación que fue del 25%. Frente a los costos de producción el deterioro del poder de compra de la carne porcina es mayor, ya que la alimentación (maíz, soja, núcleos vitamínicos y minerales) subieron todavía mucho más debido a la devaluación.
Desde la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) sacan cuentas y destacan que actualmente la pérdida promedio por kilo producido es de casi 4 pesos, pero se amplía a más de 5 pesos cuando se computa el diferencial de IVA entre la compra de insumos (algunos pagan el 21%) y la venta de la carne porcina, que tributa 10,5%. “Ese diferencial es una pérdida de 150 pesos por animal”, dicen en la entidad.
Estas fuertes pérdidas podrían esconder la razón del aumento de la producción de carne, ya que detrás de la mayor oferta podría esconderse una “liquidación” de cabezas por parte de los productores. Según las fuentes de la AAPP, eso ya está sucediendo y por eso piden ayuda oficial “por lo menos para los pequeños productores que están liquidando sus stocks”.
Según los directivos del sector, lo que hace falta son “líneas de créditos y que se fomente la conformación de sistemas asociativos para comprar más barato y vender mejor. También es necesario que se corte con la venta de carne que se importa congelada y se vende como fresca a bajos precios, lo que deprime al mercado”, insistieron.
Los dirigentes de la AAPP le llevarán este martes esos reclamos al radical Atilio Benedetti, titular de la comisión de Agricultura de Diputados, uno de los autores de la ley (junto a Luis Borsani) que provocó la aparición de los diferenciales de IVA, ya que equiparó en 10,5% la alícuota para la venta de todas las carnes de consumo masivo.