La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) solicitó la semana pasada al gobierno provincial la declaración de Emergencia Agropecuaria para los departamentos Gualeguay, Gualeguaychú, Islas del Ibicuy y Concepción del Uruguay. La razón es que no llueve y los cultivos ingresaron en una etapa crítica.
“No sólo ha sido muy escasa la cantidad de milímetros caídos, sino que ello se asoció a las temperaturas muy altas que han dañado visiblemente los cultivos, pasturas y campos naturales, siendo irreversible los perjuicios ocasionados con la implicancia que ello tiene en la economía de los productores”, explicó la organización alineada con CRA.
Los ruralistas entrerrianos sostuvieron que “sería oportuno considerar dentro de la emergencia que el alcance de las medidas no sólo sea para productores con campos propios, sino también para la gran cantidad de productores que no poseen tierras propias y se encuentran en situación de arrendamiento”.
En la nota dirigida a las autoridades provinciales se consignaron detalles de la situación de los cultivos en esos departamentos.
- Campos semi bajos y bajos, de pastos naturales: están sufriendo la escasez de agua desde mayo de 2020, sin pasto y no pudiendo engordar la hacienda. Estos campos necesitan lluvias de más de 100 milímetros para empezar a recuperarse. Ni siquiera cuentan con los cursos de agua natural para el consumo de los animales.
- Campos ganaderos con pasturas: las pasturas que se comen no rebrotan por la falta de agua, y se están complicando las rotaciones, con altísimos costos de alimento extra para paliar la situación o teniendo que mal vender para achicar la cantidad de hacienda. En ambos casos se complica la situación económica del productor y por ende la reposición de hacienda.
- Maíz temprano: los maíces que se están cosechando rondan entre 3 y 3,5 toneladas por hectárea. En la mayoría de los casos de campos arrendados estos valores están por debajo de los costos totales, teniendo en cuenta costos de implantación, de cosecha y arrendamiento.
- Maíz tardío: las plantas se están secando por un severo stress hídrico, con clorosis muy marcada y en gran cantidad de situaciones ya hay necrosis (muerte). Se afectó mucho la floración, por ende, la formación de granos y la merma de rinde será muy importante.
- Soja de primera: la situación es regular a mala, sin pronósticos de lluvias por delante esto se agravará aún más. Las plantas están abortando chauchas y en muchos casos muriendo. Los rindes están cayendo al costo de implantación.
- Soja de segunda: es la peor situación y se estima que más del 70% de estas sojas están perdidas.
- Sorgo: muy sufridos, con estimaciones que rondan los 2,5 toneladas por hectárea. Hay panojas que no terminaron de emerger y lo poco que hay para cosechar tendrá un gran problema de cosecha en sí mismo.