Con motivo de la celebración de la Fiesta Provincial de la Harina en Matilde, Santa Fe, más de veinte molinos harineros pymes se reunieron para evaluar las problemáticas de coyuntura que afectan al sector.
De dicho cónclave participaron molineros de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires, además de autoridades nacionales y provinciales.
En este sentido, los pequeños y medianos empresarios del rubro harinero manifestaron su oposición al FETA, el polémico Fondo Estabilizador Del Trigo Argentino, que destina recursos a las empresas agroindustriales exportadoras, es decir, 2 puntos de las retenciones a la soja, para subsidiar algunos molinos para que provean a las panaderías bolsas de harina a un precio más bajo, y que finaliza a fin de año.
En este sentido, los molineros Pyme recordaron que el FETA fue creado en el 2022, bajo la promesa falsa de contener el precio del pan: “La asociación se resistió desde el primer momento al funcionamiento del mismo. El tiempo y los hechos les dieron la razón: la incidencia del trigo en el precio del pan es marginal, el FETA no estabilizó el precio del kilo de pan, y por lo tanto no ayudó a los sectores más vulnerables”.
Además, estos molineros agrupados describieron en relación al FETA: “Esta política sólo distorsionó el mercado y terminó favoreciendo a los molinos más grandes en detrimento de los más pequeños. Fueron muy pocas las empresas que ingresaron y logramos meter el tema en la discusión pública y demostrar que cuando estamos unidos podemos evitar este tipo de atropellos a nuestro sector”.
Durante la mesa de debate los molineros pidieron que se simplifiquen y eliminen las altas cargas impositivas que los afectan, ya que tanto un molino pequeño como uno grande paga los mismos tributos. Además, comentaron que tienen una superposición de regímenes de información que debe ser simplificado. “Distintos organismos nacionales y provinciales piden datos similares” expresaron.
El director Ejecutivo de Molinos Pyme, Oscar Marino, aseguró: “Tenemos el conocimiento, los recursos materiales y el talento. No pedimos ningún privilegio, sino que el Estado desde sus distintos organismos genere las condiciones que permitan a las pymes estar abocadas a lo que saben hacer: producir, producir y producir”.
En ese sentido, los molineros mencionaron los desafíos globales vinculados al cambio climático. Debido a la sequía en la zona núcleo y región central, la producción de trigo de la cosecha 2022/2023 fue menor, y eso significó menor volumen comercializado y de calidad despareja. Con las escasas lluvias, y casi nulas en algunos sectores, no se prevé un mejor panorama para la cosecha que está pronta a comenzar.
“La mitad del trigo de la región núcleo está entre regular y malo. El agua fue insuficiente y se observan los primeros lotes que se utilizarán para pastoreo. En las áreas más afectadas estiman rindes de 5 a 15 quintales por hectárea”, alertaron desde Molinos Pyme por las particularidades de esta campaña, que no parece estar muy alejada de la anterior y eso supone menor volumen de producción.
A su vez, lanzaron un pedido para las autoridades que asuman el gobierno nacional a partir del 10 de diciembre: “Ante este tipo de problemáticas el trabajo en conjunto con el sector público y la inversión en nuevas tecnologías que permitan optimizar y aprovechar las escasas lluvias deben ser ejes centrales de cara al nuevo periodo de gobierno”.
Por último, plantearon su mayor anhelo: abrir nuevos mercados para la exportación, ya que la industria tiene una capacidad ociosa. “En Argentina se muele la mitad del trigo del que se podría moler” destacaron, a la vez que recordaron: “Existen las condiciones para fabricar productos con mayor valor agregado (harinas refinadas, pre mezclas, panificados, pastas secas) que permitiría abrir nuevos mercados, al mismo tiempo que serviría para aumentar los niveles de inversión en infraestructura, contratar más personas y aportar las divisas que el país necesita”.