Walter Lorens y su hija Soledad trabajan juntos un campo ganadero familiar de solo 95,5 hectáreas, que se ha convertido en uno de los mejores ejemplos locales del Pastoreo Racional Voisin (PRV), una técnica diseñada por el francés André Voisin en la primera mitad del siglo XX, que intenta instalar el concepto de agricultura regenerativa. El campo queda en plena Cuenca del Salado, dentro del partido de Castelli, donde el promedio de carga animal es de 0,7 vacas por hectárea. Con esta técnica de manejo, los Lorens logran multiplican ese indicador hasta 1,7. Cuidando el suelo, además.
“Es todo un desafío. Cuando nos iniciamos hace más de 20 años en este campo que heredó mi esposa, empezamos a proyectar un modelo productivo en donde una de las cosas que más nos preocupaba era cómo hacer lo más rentable posible esta exigua superficie. En ese momento nos conectamos con gente que hacía pastoreo racional intensivo o Voisin. Nos interiorizamos, hicimos algunos cursos y de a poco lo empezamos a implementar. Hoy por hoy está totalmente sistematizado”, contó Walter Lorens a Bichos de Campo.
Mirá el reportaje completo realizado a Walter y a Soledad Lorens:
Mucho antes de practicar este modelo productivo, Walter relató que “el campo estaba arrendado y se hacía ganadería convencional extensiva. Era un único potrero de 95,5 hectáreas y así funcionó como tal durante muchos años, con una sola bebida en todo el potrero. Por ende tuvimos que remontar una cuesta bastante compleja que nos llevó mucho tiempo de inversión, pero que hoy está rindiendo sus frutos”, afirmó.
Su hija, Soledad, que es zootecnista, relató que “dividimos el campo en lonjas o franjas de 100 metros de ancho por el largo que nos da el campo, y tenemos unas 20 franjas que luego vamos subdividiendo con boyero eléctrico (en parcelas de ) entre 0,7 y 0,8 hectáreas, dependiendo de la época del año y de la carga que tengamos lo vamos ajustando. O sea que esos potreros flexibles con el boyero nos permite armar la superficie que necesitemos. Esos 20 potreros incluso podríamos subdividirlos a una cantidad de entre 90 y 120”.
Las vacas de cría van rotando por esas pequeñas parcelas en plazos muy breves, todas juntas. Según Walter, ahí está la calve de todo el esquema: en el reposo.
“Hay que darle el tiempo suficiente a la planta que fue comida hoy, para que recupere energía, rebrote y una vez rebrotada, acumule energía nuevamente para la próxima comida. Si uno respeta esos tiempos, en el final del período de crecimiento, esa planta desarrolla lo que Voisin denominó como la ´llamarada de crecimiento´, onde triplica su producción de materia verde, con lo cual la productividad de esa superficie se multiplica”, nos explicó el innovador ganadero. Algunos pastos, bajo este esquema, solo tienen vacas encima durante 5 días al año. Y acumulan hasta 360 días de descanso y recuperación.
Deseo implementar ese sistema de pastoreo en mi predio.
Que lindo leer noticias tan esperanzadoras. Felicitaciones a esos ganaderos!
Felicitaciones! Muy buen trabajo el que realizan!
Me interesa este tipo de manejo, me gustaria tener mas datos.