El de Gabriel Delgado fue uno de los nombres que más sonaba para ocupar el cargo de ministro de Agricultura que finalmente recayó en Luis Basterra: no se sabe si el economista del INTA se quedó con las ganas, pero seguro se sabe que muchos en el sector se quedaron con ganas de que fuera él quien ocupara ese puesto. De todos modos, incluimos a Gabriel en la lista de “los ex” secretarios de Agricultura a los que queríamos preguntar cómo seguimos tras esta pandemia. Es que Delgado ocupó ese cargo durante el tramo final del gobierno de Cristina Fernández, cuando el ministro era Carlos Casamiquela.
“Creo que se ha actuado rápidamente y que hubo una buena interacción entre los sectores público y privado en los protocolos. De alguna manera, el sector agropecuario siguió trabajando y fluyendo a comparación de otros sectores. Pero creo también, sin querer abstraerme de la gravedad de la situación que vive la sociedad argentina, que hay problemas que trae la economía argentina desde hace mucho tiempo, y que persistirán después de esta pandemia”, avisó Delgado.
¿Cuáles son esos otros problemas de arrastre? Delgado respondió comparando la situación actual con la del año en que nació, 1975. “En ese momento había 4% de pobres en el país, y hoy en 2020, con 45 años, tenemos un 40% de pobres. Argentina es el segundo país en el mundo que tuvo más recesiones en los últimos 45 años y tuvimos un crecimiento absolutamente pequeño respecto a otros países vecinos”, explicó el ex secretario.
Frente a esa realidad, el economista del INTA dejó en evidencia que es necesario comenzar a discutir viejas estrategias adoptadas. “Todas las recesiones que tuvimos, a excepción de la de 1978, fueron producto de la falta de dólares, y esa falta siempre la solucionamos o con emisión monetaria, o con endeudamiento público, o con venta de activos del Estado, o con mega devaluaciones. Siempre esas crisis generaron grandes hordas de pobreza. Por eso, si Argentina no cambia su estructura de generación de divisas, es difícil que no volvamos a tener un millón de pobres nuevos, como en cada década”.
Mirá la entrevista completa realizada a Gabriel Delgado:
Según Delgado, “recién estamos en el preámbulo de esta crisis, es como dicen los chicos ‘la previa’. La situación económica es difícil, y con esto no quiero decir que esté mal la cuarentena sino que habrá un problema económico grave que deberá ser atendido cuando termine la emergencia médica”.
Para el ex secretario de Agricultura, “hay un doble equilibrio de paz social: la paz social de la salud, a la que hay que cuidar, pero también hay que cuidar la paz social en materia económica. Habrá problemas de cadenas de pago y de sectores que seguirán sufriendo más allá de la cuarentena hasta que no aparezca una vacuna o una solución de fondo”, advirtió.
-¿Y cómo sostener a los sectores más débiles? ¿Sacando recursos al campo como plantean algunos sectores del Gobierno?
-Es un camino tramposo. Yo creo que está bien ayudar al consumo, pero creo que de una crisis de este tipo se sale vigorizando procesos de inversión, y eso es algo que debe hacerse en conjunto con el sector privado, con las pequeñas y medianas, y también con las grandes empresas, con incentivos fiscales y elementos que realmente traigan capitales a la Argentina y cambien la matriz exportadora que tiene el país.
Para poner un ejemplo de la necesidad de cambiar la matriz exportadora de la Argentina, Delgado describió que “este país no exporta alimentos para humanos, sino para animales. Nosotros estamos en el piso de la cadena trófica. Esos son los alimentos más baratos”, indicó.
“Yo creo que más allá de que la Argentina debe seguir produciendo más alimentos para animales, lo que deberíamos hacer es consumirlos más acá, y lo que tenemos que exportar son, justamente los productos que generan esos alimentos para animales. Haciendo cuentas en tiempos de cuarentena, dedujimos con un amigo que con 1 tonelada de maíz, con todas las conversiones que corresponden y transformada en carne, podemos exportar hasta 5 veces más de dólares. Y además se generaría más empleo”, sostuvo.
Delgado recordó que “cuando estuve en la gestión con Jorge Dillon (ex titular del Senasa) y con Carlos Casamiquela, salió en ese momento el tema de la carne enfriada a China, y ese es un caminito que luego siguió el gobierno de Macri y sobre el cual se hizo un trabajo serio y consistente con el sector privado. Esos caminitos se pueden explorar para poder generar procesos que nos aseguren equilibrio de dólares”.
El economista se expresó también acerca de la conveniencia de apostar todas las fichas a proyectos de inversión como el de Vaca Muerta. Dijo que pese a que le parece “un trabajo fantástico”, también está bueno pensar en otros sectores que podrían dar estabilidad fiscal, como “el poder transformar al maíz en carne. Por eso pienso que debería ser un proyecto de ley, como Vaca Muerta”, señaló Delgado.
-¿Y trabajaría con otros sectores políticos en este proyecto, salvando las diferencias?
-No tengo dudas en que esto debe ser salvado con el conjunto de los partidos políticos. Nos cuesta mucho ponernos de acuerdo a los argentinos, pero en un asado siempre vemos que hay más coincidencias que disidencias. Es la única forma de asegurar estabilidad a estos proyectos, porque en definitiva el Estado es de la polis, del conjunto de la sociedad argentina, y no de un partido político.
Delgado se despidió con una advertencia: “Si no tenemos un proyecto constructivo para la Argentina, el deterioro institucional puede no tener fin, y en esto el sector agropecuario debe ser visibilizado como un factor muy relevante en la política económica, y no solamente en la política agrícola”.