Las empresas avícolas lograron acceder a algo muy escaso en la economía argentina. Tras varios meses de negociaciones acordaron con el gobierno líneas de crédito con subsidio de tasas por 2.000 millones de pesos.
Roberto Domenech, el titular del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), explicó que con esta nueva financiación se busca mejorar la eficiencia en las granjas y “sostener un crecimiento anual de 2,5 a 3%” en los volúmenes de producción de carne aviar.
Explicó que para ello se requiere incorporar nuevos galpones con tecnología de punta, es decir “que tienen una eficiencia de 400 puntos cuando los buenos galpones que tenemos están dando entre 320/370 puntos de eficiencia y los que no dan tan buenos resultados -que son el 25% del total- están en 280 puntos”.
Según el referente avícola, la clave está justamente en la modernización de esa infraestructura porque todo se hace con “la misma línea genética, alimentación y sanidad y manejo. Quiere decir que hay que encontrar en el alojamiento y capacitación de la gente la diferencia de productividad”, indicó.
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El titular de CEPA explicó además en qué consistirán las diferentes líneas de crédito acordadas con Matías Kulfas, el ministerio de Producción, y cómo se podrá acceder a ellas. “Hay una línea pyme que va a funcionar a través del Fondear con créditos por hasta 15 millones de pesos, con 8 años de tiempo para amortizar, con un año de gracia y que no demandan hipoteca sino el respaldo de sociedades de garantía recíproca. Tiene una tasa de 18% anual que es de altísima promoción”, apuntó.
El referente avícola contó que ya se aprobaron los dos primeros créditos de esa línea y que hay 25 bancos en los que se las puede gestionar.
Habrá otra línea de financiación llamada de Inversión Productiva, con 7 años de plazo; y otra de Desarrollo Federal para Inversiones Productivas, que cuenta con el apoyo de los bancos provinciales.
Hay una última alternativa “para empresas grandes y medianas que es de proyectos estratégicos por montos de hasta 250 millones de pesos, que se otorga a través del Banco Nación con 7 años de plazo, con tasa en los dos primeros años de 22%, luego pasa al 24% y los últimos dos años es del 30%”, acotó Domenech.
Aclaró que para que el subsidio de la tasa se concrete es necesario la presentación del proyecto de inversión ante la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme) y debe consistir en la concreción de una obra nueva, pues no se puede destinar el dinero a obras en marcha o a cancelar deudas de otros proyectos. El acuerdo es por 180 días más otros 180 de renovación automática.
Domenech agregó finalmente indicó que en el sector avícola “estamos en el límite de crecimiento, la superficie de galpones es acotada y hay un porcentaje que no rinden lo que deberían . Si no mejoramos la productividad, los resultados y la escala, el negocio no le rinde al integrado”.
Finalmente se refirió a la “ayuda” que recibe el sector (y los demás consumos y transformadores de granos en carnes) por la aplicación de derechos de exportación: “Eso es parte del muy buen precio que tiene el pollo en el mercado interno. El maíz el derecho de exportación no se refleja tan claramente, pero en la soja sí lo representa, mejora los costos y marca la amplitud de la capacidad de la sociedad para comprar” ese tipo de carne.
Resumió: “Con lo que se compra 1 kilo de asado se compran 3 kilos de pollo entero”.