Por lo general, cuando desde Grupo Cencerro hablamos sobre un caso de éxito, lo hacemos con empresas con las que llevamos un largo rato trabajando. Hoy les traemos una excepción. Este es un caso que pone el foco sobre una empresa agropecuaria que significó para nosotros todo un desafío y hoy podemos decir que estamos por buen camino.
Ubicada en Rafaela (Santa Fe), comenzamos a trabajar hace muy poco tiempo con ella. Al iniciar el trabajo, nos encontramos con un negocio que cuenta con un importante tambo (aproximadamente 550 vacas en ordeñe), agricultura, ganadería y mucha tecnología de punta.
Una característica de la empresa que resultó clave para nuestra llegada, es que es un negocio familiar pero que sus dueños, los cuales heredaron el tambo de su padre que decidió retirarse de la actividad, no dedican su tiempo al mismo ya que se encuentran viviendo en el exterior.
Previo a nuestro desembarco, los números eran llevados adelante por un administrador que, como decimos nosotros, era parte de la vieja camada. Es decir, en la empresa todo se registraba en papel y se llevaba la información a un contador, generando así una administración bastante precaria. Los números del negocio estaban muy lejos de ser claros.
¿Qué fue lo que nos llevó allí? Los productores se contactaron con Grupo Cencerro específicamente porque tenían la idea de digitalizar todos sus datos, englobando información relacionada a cuentas por cobrar, cuentas por pagar, tesorería, producción agrícola, ganadera, partes de leche, entre otras. Así fue como comenzamos con la implementación de un software de gestión y el armado de un buen equipo de trabajo para que se puedan optimizar los procesos.
La empresa tiene cierre el 30 de junio de cada año. Es por esto que decidimos comenzar a construir una contabilidad ordenada a partir del 1 de julio y así poder tener bien claros los libros de IVA, los balances, el estado de resultados, el balance patrimonial y los mayores contables a través del sistema que se encuentra alojado en la nube y al que se puede acceder desde cualquier computadora con acceso a internet.
A futuro vemos como posibilidad incorporar a la digitalización de lo que son todos los datos de la empresa que están relacionados a los movimientos productivos. De a poco nos vamos acercando a esa parte del proyecto. Sin ir más lejos, en estas fechas estamos trabajando en el armado de un presupuesto para la campaña 22-23 del tambo y también en un flujo de caja proyectado.
En principio, para ese presupuesto hay que definir primero las categorías de hacienda que se encuentran en el tambo y luego analizar la proyección de existencia de cada una de ellas durante todos los meses de la campaña. También hay que evaluar elementos como la curva de producción de leche de las vacas en ordeñe e incluir una proyección también de precios para la venta.
Como es en todo tambo, para este caso incluimos en ese presupuesto una estimación de los precios a futuro para la venta de aquellas vacas que serán de descarte, de las cuales hay todos los meses. De esta manera, no solo se vende leche, sino carne también.
¿Para qué servirá?
La empresa podrá conocer cómo cierra el resultado de cada mes, en una actividad con una velocidad tan alta como es la producción de leche.
¿Y con los costos?
Sueldos, mantenimiento, reparaciones, combustible, energía eléctrica, productos veterinarios, asesores, alimentación, entre otros, son gastos a los que la empresa en cuestión se ve expuesta y que deben ser incluidos en el presupuesto de la campaña.
En el tambo, cuando de costos se trata, hay que ser muy finos con los números de la alimentación. Como dijimos, las categorías de vacas son distintas y por ende su alimentación no se da de igual forma (mismos ingredientes pero no proporciones). Por eso, siempre hay que proyectar lo más acertado posible lo que cada rodeo consumirá mes a mes.
Los alimentos de suplementación significan aproximadamente un 65% o 70% de los costos totales de un tambo. A partir de ellos, podemos tener noción de cuál será el margen bruto.
La empresa en cuestión llegó a nosotros con el fin de mejorar. Con el correr de los meses fuimos ajustando y perfeccionando a su equipo de trabajo en lo que es la implementación del software. Sus dueños vieron que aplicar gestión en el negocio resultó muy beneficioso, y no conformes con ello, decidieron ir por más.
Hoy en cada reunión de equipo se plantean nuevas ideas y desafíos a futuro. En Grupo Cencerro eso nos gusta y mucho. Y vos, ¿qué necesitas en tu empresa? ¿implementar un software o llevar a cabo una gestión mensual? ¿o ambas?