Las exportaciones de pollos están en franco crecimiento. Es que de acuerdo a estadísticas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, se indica que hasta agosto hubo un crecimiento en volumen de 6%, pero en el sector privado se entusiasman con duplicar ese porcentaje, tal lo indica el ritmo del mercado y las ventas que se van concretando.
Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), explicó que esperan embarcar este año 270 mil toneladas, lo que implica un 13% más que el año pasado, cuando se llegó a 240 mil toneladas colocadas en el mercado externo.
El crecimiento también se está dando en la facturación, y sería porcentualmente todavía mayor gracias a los buenos precios internacionales. En este ítem esperan “llegar a superar los 400 millones de dólares”.
El aumento de los despachos al extranjero se apoya no sólo en la mayor demanda, sino también en la alta eficiencia del sector, cuya producción crecería 2% al cierre del 2022. De esta forma, según datos de CEPA, se podría mantener la oferta interna de 47 kilos por habitante al año.
Estos números marcan una oferta elevada para el mercado local, que empataría los niveles de abastecimiento del sector vacuno, pero a precios mucho más bajos, ya que el valor de un kilo de asado equivale, al menos, a tres de pollo.
Con la nueva tanda de préstamos, las avícolas esperan poder empardar la oferta total de carne vacuna
En este contexto, la mejora exportadora se explica por los cambios en el escenario mundial que despertaron nuevas necesidades de los compradores: “Luego del inicio de la guerra Rusia-Ucrania, hubo cambio en los valores de maíz y soja, y eso condujo a que los principales exportadores tuvieran que rever su política de costos y precios de venta. Por otra parte, había mercados que estaban tranquilos y que de repente vieron que no iban a disponer de toda la oferta necesaria de granos, y que eso iba a complicar su producción por lo que debieron incrementar importaciones”, explicó Domenech.
El titular de la cámara que agrupa a las fábricas de pollos explicó también que en el caso del mercado europeo, se dio un fuerte incremento en el valor de cortes como la pechuga, que se estuvo negociando a 5.500 dólares la tonelada, cuando habitualmente vale bastante menos. “Apareció también el sudeste asiático con más fuerza, donde se vende bien la garra de pollo y también se despertó la demanda de medio oriente”, enfatizó el dirigente pollero.
Por todo esto, la mejora en el mercado mundial alentó la participación de las empresas en la feria SIAL de París, donde este año hubo 12 empresas, “pero nos quedaron 2 afuera porque no teníamos más espacio”, dijo Domenech.