En la localidad bonaerense de Castelar se presentó este jueves un sistema de pasteurización de leche en origen, desarrollado por técnicos del INTA y la UBA, que “reducirá un 40% el precio de venta de la leche al consumidor”, según se ilusionan sus creadores.
Se trata del primer equipo que envasa leche fluida y la pasteuriza dentro del propio envase utilizado para la comercialización. El sistema también enfría el sachet al punto de garantizar condiciones óptimas de inocuidad para su venta directa en las zonas de proximidad. Este es el rasgo que podría reducir drásticamente los precios, ya que se ahorran los altos costos de traslado que tiene la leche, del tambo a la fábrica, y de la fábrica al comercio.
El objetivo, así, es que los tamberos puedan llevar su producción a circuitos cercanos o mercados de proximidad a un precio muy bajo, al tiempo que se garantiza la inocuidad y calidad en las pequeñas cuencas tamberas.
El sistema está en la última etapa de prueba y validación técnica en el INTA Castelar, pero se prevé que en una próxima fase se produzcan 13 ensachetadoras para 96 familias de productores de seis provincias argentinas: Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, San Luis y Formosa. El proyecto se lleva adelante mediante una articulación entre los ministerios nacionales de Desarrollo Social, Agricultura, Ganadería y Pesca y el INTA
El equipo envasa leche fluida, la pasteuriza y la enfría con condiciones óptimas de inocuidad para su comercialización directa en las zonas de proximidad, ya que fue proyectado para circuitos de comercialización en los que la leche recorre cerca de 20 kilómetros entre el productor y el consumidor, cuando la media para un circuito de cadena larga es de 750 kilómetros.
La tecnología está basada en el principio de funcionamiento de la pasteurización en bolsa y fue exclusivamente diseñada como alternativa para la pequeña escala, para fortalecer las cadenas cortas de agregado de valor y con beneficios para productores, consumidores y familias tamberas pueden obtener una rentabilidad mayor que si la venden a la industria.
Según señaló el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, esta tecnología “resuelve tres cuestiones: genera mejores condiciones ambientales y se evita la leche cruda; es trabajo y es mejora del ingreso de las familias productoras y baja el precio de los alimentos”.
De acuerdo con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, “esta tecnología llega a la agricultura familiar, un área que tiene grandes posibilidades si se les brinda los instrumentos para que pueda desplegar su potencial”, y destacó que “esta acción les brinda a los pequeños productores lecheros la oportunidad de tener acceso directo al mercado”.
La presidenta del INTA, Susana Mirassou, precisó que “es una alternativa para la agricultura familiar de modo de trabajar con menores costos y precios en mercados de proximidad” y resaltó que “el INTA viene trabajando en cooperación con la UBA y con Desarrollo Social para concretar este equipo que ensacheta y pasteuriza leche. El mérito es de los equipos de investigación y extensión”.
Sergio Justianovich, investigador del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar del INTA (IPAF) Región Pampeana del INTA, quien trabaja desde hace 9 años en este desarrollo, aseguró que esta innovación c”ontribuye a la producción de alimentos sanos dentro de las economías regionales, al tiempo que genera condiciones para descentralizar las producciones y fomenta mercados de proximidad más eficientes desde el punto de vista de la calidad de los alimentos y desde la dimensión energética”.
Una vez que se logre distribuir e instalar el equipamiento, se trabajará en la capacitación del mismo y en las Buenas prácticas en elaboración de leche envasada pasteurizada. En simultáneo a la instancia de adecuación de las salas, se realizarán las gestiones para obtener las habilitaciones de Establecimientos (RNE) (RNE) y las de Productos Alimenticios (RNPA).
El proyecto surgió también, como modo de bajar el mercado informal de leche, en el cual se estima que se vende el 15% del mercado nacional, categoría que comprende a los circuitos cortos de producción y consumo de leche fluida sin pasteurizar, mientras que en países en vías de desarrollo como los de América Latina, se calcula que el mercado informal de leche alcanza el 80%.