El agrónomo Leandro Pontaroli es el responsable técnico administrativo de la Chacra experimental Miramar, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario de al Provincia de Buenos Aires. Se trata de un campo experimental extensivo, pero finalmente es un ámbito público que está al alcance de quien quiera ir a ver y a experimentar lo que significa la dinámica de un establecimiento agropecuario extensivo y de las actividades se realizan en el. “El objetivo es que la gente tenga su propia visión y experiencia de lo que es trabajar en el campo”, declaró Pontaroli a Bichos de Campo.
En el campo ubicado en el sudeste bonaerense, a solo 20 kilómetros de Miramar, hacen todo lo relativo a experimentación adaptativa. “Tomamos lo que hacen los investigadores, por lo cual adquirimos mucho vínculo con el INTA de la región del sur de la provincia, y apelamos a la experimentación más que a la ciencia pura, con los pies en el lote y las botas de goma puestas”, explicó Pontaroli.
El ingeniero agrónomo relató que el campo “se vuelve un ámbito propicio para compartir experiencias ligadas a los cultivos, y entender cuál es el devenir de estos, y cuáles son las adversidades, limitantes y desafíos para producir”.
Mirá la entrevista completa realizada a Leandro Pontaroli:
Hoy que está tan cuestionado el medio y modo de producción, Pontaroli cree que “hay cosas que están bien cuestionadas pero en otras creo que hay mucha desinformación. Por eso estamos encarando enfoques sistémicos para poder comparar escenarios. Mirando a largo plazo, hacia dónde debería ir el sector productivo”.
Remarcó además que desde la chacra trabajan con dos escuelas agrícolas que tiene Miramar. “Es normal que vengan los alumnos a compartir experiencias y ver manejos de cultivos y de hacienda también, ya sea lo referido a pariciones y destete. Hay mucho potencial en esto de compartir las experiencias de un campo tipo de la zona con aquel que quiera venir a pasar unos días para compartir la diaria de un campo de aquí”, describió.
El técnico agregó que, paralelo al trabajo en Chacra Miramar, están haciendo una comparativa de sistemas productivos. “No sólo evaluamos la tecnología de insumos o materiales genéticos, sino que apelamos a enfoques sistémicos y a comparativas de situaciones bajo tecnología de procesos con manejo agroecológico. Así podremos comparar entre diferentes escenarios de producción y brindar los resultados a quienes lo requieran. El foco está puesto en el impacto ambiental y económico”, resaltó.
Le preguntamos a Pontaroli si se hace necesario el paso por una escuela agrotécnica para trabajar luego en el medio rural. Respondió con su experiencia personal: “No creo que sea una limitante no haber asistido antes a una escuela agropecuaria, pero sí pienso que requiere quizás, un esfuerzo extra en la capacitación. Yo creo que hay una necesidad creciente de personal calificado para trabajar en el medio rural y por eso escucho que muchas veces la limitante es la formación del capital humano. Desde nuestro lugar como representantes del Estado en un campo experimental, debemos dar el espacio para que se den las capacitaciones”.
-¿Y se puede ser feliz trabajando en la ruralidad?
-Si, se puede. Lleva su tiempo de adaptación pero se puede- concluyó.
Si desean contactarse con Leandro Pontaroli, pueden hacerlo enviando un mail a chemiramar@gmail.com