En un escenario mundial donde crece la demanda por consumir alimentos más sanos, un estudio de FAUBA (Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires) encontró en dos especies distintas de brotes de bambú, gran cantidad de xilooligosacáridos, que son unos compuestos con múltiples usos. El hallazgo permitió la extracción del “valiosos antioxidante” con altas propiedades nutricionales, favorables para la salud y que ofrece grandes posibilidades para desarrollar una industria más sustentable.
Si bien son varios los cultivos tradicionales que contienen estos compuestos benéficos encontrados en el bambú, muchos tiene la deficiencia de perderlos en calidad de residuos durante el proceso productivo. Sin embargo, los azúcares que abundan en la caña de bambú se aprovechan completamente y tienen numerosas aplicaciones con muy bajo impacto ambiental.
En este sentido, el encargado del estudio y docente de la cátedra de Biomoléculas de la Facultad de Agronomía de la UBA, Martín Zelaya Álvarez dijo al medio de divulgación Sobre la Tierra que “entre otros compuestos, la industria de los alimentos utiliza los azúcares provenientes de las plantas, llamados xilooligosacáridos o XO, porque actúan como prebióticos, estimulan la flora intestinal y ayudan en los procesos digestivos”.
Al respecto añadió: “Casi todos los principales cultivos agrícolas contienen xilooligosacáridos, pero la industria no tiene por objetivo extraerlos y estos prebióticos se pierden. Con el equipo que integro en la cátedra estudiamos cómo obtenerlos del bambú. Un cultivo con numerosos usos y propiedades,. Sin contar que las personas demandan alimentos cada vez más sanos y por eso, el sector agroalimentario busca compuestos con mejores propiedades nutricionales”, enfatizó.
Para llegar a estas conclusiones el investigador, desarrolló junto a su equipo diversos procesos químicos, con los cuales analizaron y compararon la pared celular de las especies de bambú Philostachys aurea y Guadua chacoensis.
“En primer lugar, los experimentos nos permitieron determinar la estructura completa de la pared celular del bambú. La estudiamos y conseguimos, como componente principal, unos polisacáridos llamados glucuronoarabinoxilanos. A partir de ellos se pueden obtener los valiosos xilooligosacáridos”, precisó.
En ensayos posteriores -que el investigador publicó en la revista científica Carbohydrate Polymers– también demostró que las azúcares de ambas especies tienen una notable actividad antioxidante y retrasan la descomposición de los alimentos.
“Estos azúcares brindan muchas ventajas para la industria alimentaria. Permitirán elaborar mejores alimentos y con alto valor agregado, ya que por su actividad antioxidante los conservarán por mucho más tiempo. Además, los costos de producirlos son muy bajos porque el bambú crece y se reproduce muy rápido. Estas plantas producen mucha biomasa y a diferencia de otros cultivos, las cañas se pueden aprovechar de manera integral. Esto permite producir de manera más eficiente, evitando residuos, cuidando al ambiente y reduciendo la explotación de los recursos naturales”, concluyó Zelaya.