La producción de nuez pecan como alternativa de ingresos en la localidad de Villa Paranacito se inició un poco casualidad y otro poco por necesidad. Los primeros chacareros que plantaron nogales hace al menos 50 años no se imaginaron que las condiciones del lugar serían las propicias para que esa variedad de fruto seco se desarrollara tan bien. Lo que inició como autoconsumo terminó convirtiéndose en un complemento de las ganancias de los lugareños, porque lisa y llanamente “los taparon las nueces”.
Eso impulsó a que, con los años, la cooperativa del lugar comenzara a procesarlas y a venderlas en cantidad.
“Mi abuelo fue uno de los primeros que arrancó con unos seis u ocho nogales. Esa producción tiene por lo menos 50 años. Recién en la primera década del 2000 se empezó a fomentar la venta fuerte acá en Paranacito. Algunos vendían en forma particular y otra gente se juntaba en grupo para venderla a un gran comprador”, relató a Bichos de Campo Fausto Minguez, tercera generación de productores de nuez pecan y encargado de la planta procesadora de Villa Paranacito.
A diferencia de lo que ocurre con la cosecha otros frutos secos -mismo con otras variedades de nuez como la Chandler- donde se utiliza maquinaria para hacer caer los frutos del árbol, en esta zona los chacareros aguardan que un viento, la madurez propia de la nuez y la gravedad hagan lo suyo. Es recién cuando caen que inician las tareas de recolección, que no deben dejar a la nuez más de 48 horas en contacto con el suelo.
Luego de esa cosecha, “lo principal que se hace es bajarle la humedad de todas las formas en que se pueda. Por eso hay que levantarla rápido para que no siga absorbiendo y después ponerlas en camastros o bolsas cebolleras para que corra aire, no le dé el sol y de esa manera, por la misma aireación, se vaya bajando la humedad”, indicó Minguez.
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Pero aun con estos tratamientos caseros que ayudan a mantener la calidad del producto, todas las nueces que busquen ingresar al mercado deben hacer su paso obligado por la secadora de la cooperativa local, que ayuda a alcanzar el porcentaje de humedad exigido por los compradores, que es de solo 4.5%.
A eso se le suma un recorrido por otras maquinas como la tamañera (o tamañadora) y la centrifugadora que separan a las cáscaras vacías y clasifican a las nueces según su tamaño.
“Tenemos una marca colectiva que se llama “Pecaguá”, que está hace cinco o seis años. Se comercializa con cáscara en bolsas de un kilo o medio kilo, y peladas se venden sí o sí envasadas al vacío para cuidar el producto y que se conserve mejor. Esas se venden en paquetes de 100 gramos, 200 gramos, medio kilo y dos kilos, y próximamente habrá de 1 kilo”, afirmó el productor.
La planta es alimentada por la producción de poco más de 15 chacareros de la zona. Si bien tiene gran capacidad de procesamiento, por cuestiones de mercado no se compran más nueces de las que efectivamente se podrán colocar luego a la venta.
“El año pasado se compraron 4000 kilos aproximadamente de nuez. Se podría haber comprado más pero después hay que venderla también. Hace muchos años se procesaron 25 toneladas de nuez. Había pilas hasta el techo. Ese año se vendió el servicio de procesado y la cooperativa aportó unos 6 mil kilos para llenar un contenedor. Fue la primera experiencia de exportación”, recordó Minguez.
Aún así el principal destino de la nuez pecan de Paranacito es el mercado interno local y por su estacionalidad -comienza a fines de abril y se extiende hasta fines de mayo- se ha convertido en un verdadero complemento económico de los productores locales.
-Paranacito se ha convertido en un polo de nuez pecan.
-Sí. Dentro de la nuez pecan hay más de 20 variedades y se siguen haciendo nuevas. En la zona se va buscando una nuez que rinda más, que la pepita se llene más. Hay variedades que se llenan menos. Se va buscando siempre la que más rinda.
-¿Se ve que la gente va renovando plantaciones?
-Sí, la gente que tiene trata de mantener números, de ir aumentando un poco. No se ven muchos productores nuevos que entren en esto pero los que tienen siguen apostando.