Luego de seis meses de crisis sanitaria, las empresas productoras de pollos respiraron con alivio cuando el Senasa comunicó a la OMSA (Organización Mundial de Sanidad Animal) que el país se encontraba nuevamente libre de influenza aviar, tras pasar más de 50 días sin casos en establecimientos comerciales.
Eso le permite al sector retomar la senda exportadora, que quedó bloqueada desde inicios de año, con la aparición en febrero del primer caso. Casi el 90% de la producción nacional de pollos se realiza en Entre Ríos y en Buenos Aires, donde hubo una decena de episodios en granjas comerciales.
Las pérdidas en cuánto a la exportación fueron significativas. En el primer semestre las ventas cayeron 30%, según dijo Roberto Domenech, histórico titular del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA). Eso significa unas 50 mil toneladas menos de productos avícolas.
Domenech explicó a Bichos de Campo que la caída no fue mayor porque parte de lo que iba a los destinos tradicionales se mandó a otros nuevos a precios muy inferiores. “El precio promedio era de 1.800 dólares, pero esa carne se terminó comercializando a 800 dólares”, dijo. Por eso el costo de esta crisis en divisas fue mayor, ya que la caída en las ventas extrenar llegó a 59%, el doble que en volumen.
“Ahí hubo un costo importante, son 6 meses de exportaciones perdidas, de stock en cámara, de pérdidas de recupero impositivos que son importantes en el costo interno”, consideró el dirigente.
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Esa fue una de las mayores pérdidas que dejó la influenza aviar, además de los casos en los que hubo que sacrificar millones de animales. Si bien se dispuso de un fondo para compensar a los productores se generaron gastos sin que haya ingresos y además un lucro cesante importante, explicó el presidente de CEPA. “Sobre los 7.500 millones de pesos, se usaron 2.600 millones” agregó. Este lunes se publico una nueva resolución, pero solo por otros 500 millones.
De todos modos, no hay mal que por bien no venga. Domenech destacó que si algo bueno tuvo esta enfermedad es el desarrollo de nuevos mercados, el trabajo mancomunado del sector privado con el Senasa y la profundización en la mejora del sistema de trazabilidad y seguridad en las empresas.
“Lo que esperamos ahora es una rápida comunicación de parte de la OMSA, que debe recibir la información que se le envío y comunicar que volvimos a ser libres de influenza aviar al resto de los mercados”, indicó Domenech. Eso no quita que se hayan retomado los negocios, ya que se trata más que nada de una formalidad.
Otro dato positivo es que se determinó que en caso de que aparezca un nuevo brote de Influenza Aviar altamente patógena, el radio que quedará bloqueado para operaciones comerciales será de solo 10 kilómetros a la redonda, lo que evitará que se produzca el cierre de mercados para toda la provincia.
“Muchos mercados no entienden las extensiones que tiene nuestro país”, justificó esta decisión el empresario. Y añadió: “Lo bueno es que tuvimos acceso a nuevos mercado y vamos a transmitir mejor solvencia en la calidad del producto y trazabilidad del producto y seguridad sanitaria”.
Por la caída en las exportaciones, y pese a los ajustes en la producción, en el primer semestre -según los cálculos de CEPA- el abastecimiento interno tuvo un promedio ponderado de consumo de 48 kilos anuales por habitante. Al cierre del año, este indicador podría moderarse a 46,5/47 kilos per cápita. En definitiva, el crecimiento de la producción sería de entre 1,5% y 2%.
“La tendencia era crecer 3 % este año lo que se amortiguó con la crisis de la Influenza. Pero nuestra preocupación está ahora en el 2024. Sin créditos poco se puedo hacer este año para mejorar en la capacidad y en las condiciones de alojamiento de los pollos. El año que viene no tendríamos posibilidad de alojar los pollos, para tener otro crecimiento del 2%”, señaló Domenech.
Hace rato que venimos consumiendo pollos con un alto porcentaje de agua entre la piel y la carne,que no lo mejoran para nada ,le bajan la calidad y si eso le sumas el mal manejo posterior en cuanto a la cadena de frío la mayoría de las veces terminas consumiendo un muy mal producto ,que agradezcan que el consumidor argentino no es muy exigente en lo que hace a la calidad de los productos ,
Para Tener un producto de buena calidad congelado sí o sí estás obligado a ingerir del 5% al 10% de salmuera, de lo contrario no obtendrás un buen producto con una larga vida útil, y también es necesario ¡¡¡No fermentar la carne de pollo!!!¡¡¡Es muy fácil criticar o criticar!!!pero saber la verdad sobre para qué sirve este proceso nunca da la verdad sobre para qué sirve este proceso!!!¡¡¡Los periodistas hoy en día escriben tonterías que realmente informan!!! Cada día los periodistas saben menos para poder informar correctamente!!!!Por favor señores periodistas de noticias verdaderas completen el porque de este proceso con la gallina!!!¡¡¡Deja de avergonzarte con información a medias!!!
Y si SOS tan experto x q no lo explicas vos o vos tbm tenés un buen curro
Gente, hace muchos años hago pollo a la parrilla y fue muy notorio que con el paso del tiempo compre donde compre, los pollos vienen con 400 o más gramos de hielo bajo la piel, así que eso de tiernizar es un verso grande como una casa. En cuatro pollos tienen uno más de ganancia
El pollo inyectado llega al minorista lleno de agua, y casi siempre con esa agua congelada es decir que en algun momento se pasa de frio pasando a ser un pollo congelado, que no se puede tratar como si fuera uno con el frio que debiera o sea de 2 a 5 grados. Por ende no se deberia frizzar nuevamente, ya que su cadena de congelado se rompio. Definitivamente colocar aditivo al pollo se deberia señalar de forma que se vea claramente para el consumidor y llevar al menos un hexagono que lo advierta.
Cómo siempre pensando en llenarse los bolsillos ser empresas deshonestas y nos envenenan cuando vamos a aprender y multar bien multado a está tipo de empresas tramposas, siempre la paga o se jode el consumidor q es el último eslabon