Muchos de los analistas ganaderos sostienen que este año la oferta de hacienda será menor a la del 2021 y que eso en definitiva implicará una menor oferta de carne para el consumo y la exportación más allá del incremento en el peso de faena.
La crisis económica, las malas políticas sectoriales y la combinación de los buenos precios que paga China llevan a que los criadores retengan hacienda, a que los que engordan recríen, y en definitiva ese proceso demora la salida de hacienda para la faena. Esto a pesar de que los precios de los terneros y del ganado terminado se encuentran en niveles históricamente altos.
Este año la venta de ganado a los frigoríficos cayó 5% en marzo y 2,5% en abril. Según el analista Andrés Costamagna, “esto indica una tendencia que parece irreversible y que nos permite afirmar que tendremos una faena que se ubicará por debajo de las 12,5 millones de cabezas” al fin de este año.
La faena de hembras -sobre todo de vaquillonas- viene en caída y de acuerdo a lo que dijo el analista “es consecuencia de que los criadores están reteniendo, un proceso que sería más profundo si la sequía y los incendios en Corrientes no hubieran afectado las preñeces”.
Por otro lado, la faena de machos se mantiene estable aunque con un crecimiento en novillos respecto de los novillitos, lo que se refleja en un mayor peso de faena que promedia los 231 kilos por res en gancho.
“Si esta tendencia continúa, la producción de carne argentina se va a ubicar en 2,8 millones de toneladas equivalente res con hueso. Unas 2,1 millones de toneladas se dedicarán a consumo interno en tanto 700.000 toneladas serán las que se probablemente se terminen exportando”, dijo Costamagna. Agregó que “de confirmarse esta tendencia el consumo caería a 46 kilos por habitante por año, una contracción interanual de un 3,7%”.
A la vez, todo esto indica que el stock se está rejuveneciendo y que está en condiciones de producir más, pero las restricciones y la falta de expectativas harán que se sigan acumulando kilos vivos en los campos y demorando la salida de los animales para faena.
Por su parte, la analista del Rosgan, María Julia Aiassa, también se refirió a la retención de los criadores y a las perspectivas de una menor salida de ganado con destino a la faena. “Según informó el gobierno se contabilizaron 14,6 millones de terneros al 31 de diciembre, es decir, 500.000 menos que en 2019. A esta baja en la oferta se suma la creciente retención de invernada en los campos, una tendencia que se viene marcado cada vez más claramente en los últimos años”, indicó.
La analista indicó que la cantidad de terneros y terneras trasladados de enero a abril de este año hacia otros establecimientos de cría e invernada asciende a 3 millones, menos del 21% del stock de esas categoría.
En tanto, “en 2021 el porcentaje de salida registrado durante el primer cuatrimestre del año arrojaba que la salida de los campos de cría de terneros fue de 22,4%, en 2020 un 23,4% y así de manera creciente y sucesiva, prácticamente marcando una tendencia lineal. Cinco años atrás el porcentaje de salida de terneros de los campos superaba el 27% del total disponible a inicios del ciclo”, puntualizó.
Aiassa consideró que “el criador se encuentra hoy en una mejor situación financiera para retener esos terneros ganándole más kilos a esa invernada, pero también algunos engordadores se han ido integrando e incorporando campos para hacer su propia recría, previo al ingreso a los corrales. Este último efecto se da no solo por el encarecimiento de la relación de engorde sino también producto de la elevada inestabilidad económica que genera una fuerte aversión a quedarse en pesos y por ende una revalorización de este tipo de activos, considerados de resguardo de valor”.