El ministro de Economía, Sergio Massa, firmó la Resolución 780/2022, que fue publicada en el Boletín Oficial y confirmó una prórroga de 75 días en la entrada en vigencia del troceo obligatorio de la media res, que originalmente debía regir desde el 1 de noviembre y se extendió al 15 de enero.
Con esta decisión, Massa cumplió con lo anunciado el lunes por la Secretaría de Agricultura: una prórroga para distender los ánimos caldeados en la industria frigoríficos porque una sola entidad, el Consorcio ABC de frigoríficos exportadores, impulsaba este cambio profundo en el comercio de carne en contra de la opinión del resto de las entidades. Matarifes y frigoríficos consumeros habían anunciado que dejarían de faenar bovinos desde esta misma semana si la normativa se aplicaba tal como estaba formulada.
De todos modos, la prórroga esconde una nueva trampa, que podría volver a generar conflictos: dispone que la prórroga del cuarteo hasta el 15 de enero de 2023 regirá solamente para las plantas que hayan presentado sus planes de adaptación ante las autoridades de la ex ONCCA.
Dice la resolución:
- ARTÍCULO 1º- Prorrógase al 15 de enero de 2023 el término de implementación del Plan de Inversión y Adecuación de las instalaciones frigoríficas establecido por diferentes resoluciones conjuntas.
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ARTÍCULO 2°- La prórroga dispuesta en artículo 1° de esta medida será aplicable a los establecimientos que hubieran cumplido con la presentación del plan establecido.
Nunca informaron las autoridades de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, la ex ONCCA, qué cantidad de plantas habían presentado los planes de adaptación de sus instalaciones para cumplir con el cuarteo. Por lo tanto, no se sabe a ciencia cierta para qué frigoríficos rige la prórroga del cuarte y para cuáles no.
Por otro lado, solo las plantas habilitadas por el Senasa, como autoridad sanitaria nacional, estaban obligadas a presentar esos planes de adaptación. Las propias autoridades de Agricultura han dicho que son 150 frigoríficos sobre un total de 400 lugares de faena existentes en el país (es decir que hay 250 habilitados por Provincias o Municipios). No queda claro si esta prórroga rige entonces para todos o solamente para los de la órbita nacional.
Como sea, siempre existe un margen de opacidad en las reglas de juego que podría conducir a actos de discrecionalidad por parte de las autoridades. Si la normativa no es clara, bien puede suceder que la Secretaría de Agricultura, a través de la ex ONCCA, salga a dar de baja matrículas de frigoríficos que no hayan presentado todavía su plan de adaptación al cuarteo forzoso.
El tercer artículo de al nueva Resolución no aporta mayor claridad. Luego de disponer la prórroga solo define que “la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Industria, ambas dependientes de este ministerio, adoptarán las medidas conducentes a los fines de asegurar el cumplimiento de lo normado en el artículo 1° de la resolución conjunta 4 del 21 de abril de 2021”. Es la norma que establecía que desde el 1° de noviembre no podrían salir de las plantas de faena trozos de carne de más de 32 kilos de peso, lo que lisa y llanamente significaba el final de la media res.
En este escenario incierto, el Consorcio ABC remarcó ayer que espera que las normativas se cumplan y no sufran más dilaciones a partir del 15 de enero.
Pero otro comunicado de la Cámara Argentina de Matarifes (Camya) dejó en claro que la discusión está lejos de resolverse, y que no es cuestión solo de tiempo sino de realizar algún cambio a la norma proyectada. ¿Qué cambio? Piden que la media res no deba desaparecer sino que se permita seguir vendiendo carne en ese formato pero utilizando medios mecánicos que aseguren finalmente lo que todos dicen defender: que la salud de los trabajadores no corra peligro por cargas piezas de carne demasiado pesadas.
“Insistimos en nuestra propuesta de implementación de medios mecánicos de descarga aptos tanto para cuartos como para medias reses, para lo cual ya estamos trabajando con especialistas en el diseño de estos, para que cumplan con los más estrictos estándares de higiene y seguridad laboral vigentes”, definió Camya en un comunicado.
Los matarifes pidieron diálogo y que Agricultura deje de bailar solo al compás que le marcaron los frigoríficos exportadores, que ya realizan el cuarteo por la naturaleza de su negocio. “Los 75 días de esta prórroga nos ofrece a todos los actores de la cadena una gran oportunidad para establecer, junto a las autoridades gubernamentales, bases de consenso para consolidar mediante la utilización de medios mecánicos la protección del trabajador en la distribución de la carne y comenzar a elaborar entre todos planes estratégicos de mejoras
en la industria y comercio de carnes”, indicó el comunicado.