Por Matías Longoni.-
Un comunicado de la denominada Mesa de las Carnes difundido este jueves confirmó la preocupación que existe en el sector por una decisión de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), que podría echar por tierra el plan que puso en marcha el gobierno nacional a partir de marzo, con buenos resultados hasta el momento.
Bichos de Campo había anticipado el problema en esta nota. Una síntesis muy sintética sería más o menos así: ARBA pretende que los matarifes actúen como agentes de percepción de Ingresos Brutos de las carnicerías, con alícuotas bastante saladas de hasta 8% de cada venta. Pero la inmensa mayoría de los carniceros se niega a facturar y en consecuencia los matarifes amenazan con volver en masa a operar desde las sombras, con matrículas prestadas y todos los chiches, como era hasta antes de que se pusiera en marcha el plan nacional que pretenden un blanqueo generalizado de la cadena.
El lunes, según el comunicado de la Mesa de las Carnes, hubo reunión de varios referentes de la cadena con dos importantes funcionarios de Agroindustria: el jefe de Gabinete, Daniel Asseff, y el titular de la Succa y responsable de poner en marcha este sistema, Marcelo Rossi. De allí surgió “un compromiso para lograr avanzar en la reducción de la tasa de Ingresos Brutos para minoristas en la provincia de Buenos Aires, como también de prorrogar la puesta en vigencia de la Resolución Normativa 25 de ARBA que entraría en vigencia el 1 del próximo mes, hasta que se acuerden los cambios propuestos”.
¿Qué quiere decir? Básicamente que los privados cerraron filas con la Nación y ahora piden a coro a la gobernadora María Eugenia Vidal que frene la norma dictada por ARBA, que amenaza la salud de todo el sistema.
Nota del periodista: Frente a semejante plan para poner en caja nada menos que a los faenadores de hacienda del Conurbano y comenzar a recaudar al menos unos pesitos de las ventas de carne vacuna, llama mucho la atención que existan tantas desinteligencias entre el Gobierno de la Nación y el de la Provincia de Buenos Aires, siendo que ambos son del mismo signo político y siendo que al principio de estas acciones hubo acuerdo en reducir de 1,75% a 0,50% la alícuota de Ingresos Brutos que tributarían los frigoríficos y matarifes.
La Mesa de las Carnes, con su pronunciamiento, dejó en claro que más que obligar a los matarifes a actuar como agentes recaudadores de ARBA, como pretende este organismo, lo que hay que hacer es reducir la presión fiscal provincial sobre toda la cadena, incluyendo a los minoristas. Lo dice con todas las letras: “De este modo se evitaría que la puesta en vigencia de la percepción inadecuada de IIBB eche por tierra los avances conseguidos en contra de informalidad desde inicios de año”.
“Si bien se ha hecho ya mucho, queda un arduo trabajo por delante, dado que la marginalidad siempre encuentra vías por donde manifestarse. Por lo tanto, es importante atender el tema en su integralidad puesto que aquellos que trabajan en la informalidad desincentivan a los que se esfuerzan en acompañar el proceso histórico de cambio acordado entre los actores públicos y privados”, resaltó el comunicado, en el que además la cadena manifiesta su apoyo a la instalación de “cajas negras” en las plantas frigoríficas.
Párrafo final para otro tema que mantuvo muy ocupados a los funcionarios en las últimas semanas: ciertas presiones del poder político (nadie sabe decir bien desde dónde) para reabrir algunas cooperativas de trabajo que se dedican a la faena de hacienda en el Conurbano. Respecto de esto, la Mesa de las Carnes comentó que “desde la Succa se asumió el compromiso de ejercer un control mayor sobre las cooperativas de trabajo para evitar que sean utilizadas de modo fraudulento por operadores, que mediante las matrículas de dichas cooperativas se ocultan para evadir sus compromisos sanitarios, impositivos y laborales”.
Parece un no, pero…