El dato frío del tablero de control da cuenta de que el precio de la leche a tranquera de tambo tuvo una mejora significativa en septiembre. El precio promedio que publica la Secretaría de Agroindustria es de 7,92 pesos por litro de leche, lo que implica una mejora para el productor de 7% respecto de agosto y del 41% respecto de septiembre de 2017. Cualquiera estaría festejando, porque el precio de la leche finalmente logró ganarle a la inflación acumulada en el año, que según el Indec hasta agosto era 35%.
Pero no hay nada que festejar, porque los costos de producción de leche aumentaron más rápido y en mayor medida que el precio obtenido por los tamberos. Todavía no está definido el dato duro correspondiente a septiembre, pero según el INTA Rafaela ya en agosto producir un litro de leche en un tambo chico costaba más de 8 pesos por litro.
En tal sentido hay que destacar que el precio de uno de los insumos más importantes, el maíz, el mes pasado promedió los 5.200 pesos por tonelada, un 134% más que en igual mes del año pasado, de acuerdo a las estadísticas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En una actividad con muchos de sus costos dolarizados, además, hay que remarcar que el valor por litro que publica la cartera agroindustrial subió en pesos, pero bajó en la divisa estoadounidense. Ahora se ubica en unos 19 centavos de dólar por litro, cuando históricamente el precio de la leche llegaba a 30 centavos de dólar.
Es por eso que la devaluación le pegó especialmente a esta y otras actividades que convierten granos que cotizan en dólares en alimentoss que se venden mayormente en pesos en el mercado local. Por eso las críticas y protestas de los productores hacia la industria primero, que se mostró un poco comprensiva con la crisis, y sobre todo hacia las autoridades del Gobierno nacional, de las que se esperaron respuestas que por ahora no llegaron.
La crisis económica no sólo afecta a los tamberos y también las industrias lácteas se ven perjudicadas. Según el tablero de control lechero también se registra una fuerte caída en las ventas de lácteos hacia el mercado doméstico que -al igual que para la carne vacuna- es el gran comprador de la leche. Con excepción del rubro quesos, cuyas ventas crecieron 6%, las de leches fluidas cayeron 3% y las de leche en polvo un 9%. Ambos productos tienen como gran comprador a los sectores populares, sobre todo el de leche en polvo.
El Centro de la Industria Lechera (CIL) explicó en un reciente comunicado que “el mercado doméstico, que venía sosteniéndose, comenzó a dar señales concretas de deterioro, con ventas que en junio y julio registraron caídas interanuales del 11% y 7%, respectivamente. Queda en evidencia además que los aumentos de precios de los lácteos, tanto a salida de fábrica como a nivel de góndola, están varios puntos por debajo del promedio general y del alza de Alimentos y Bebidas”.