En 2019 la Argentina tuvo una producción de 10.343 millones de llitros de leche cruda, lo que implicó una caída de 1,75% respecto al año anterior, informó esta tarde el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
El derrape de los últimos años puede verse en esta gráfico. Merece una aclaración: a partir de 2016 la Dirección Nacional de Lechería elaboró una nueva serie (que se empalma desde 2015) y que en el gráfico está indicada con la curva roja:
En 2018 había habido una pequeña recuperación. Ese año la producción total de leche alcanzo los 10.527 millones de litros, lo que representó un crecimiento del 4,2% respecto al año 2017. Pero la ilusión duró poco y la oferta de los tambos volvió a caer.
Analizando el año pasado, el OCLA marcó que el pico de mínima de producción, tradicionalmente en abril, esta vez “se concretó en febrero, incluso con una baja más pronunciada respecto a la media histórica”. Luego, “comenzó desde marzo un proceso ascendente, este crecimiento se mantuvo hasta el mes de octubre donde se dio el pico de máxima producción”.
Este proceso a lo largo del año sin duda estuvo influenciado por la fuerte recuperación de los precios cobrados por los productores, que cerraron 2019 en un promedio de 16,82 pesos por litro, con una recuperación del 81% respecto de fin de diciembre de 2018. En dólares, y luego de varias devaluaciones fuertes, el valor se ubicó en 0,27 por litro.