Con la aceleración de la inflación, que no es otra cosa que la pérdida de valor del peso argentino generada por una emisión monetaria sobredimensionada, las empresas enfrentan una dificultad adicional al momento de gestionar la liquidez de corto plazo.
En la actual coyuntura, uno de los instrumentos más adecuados para gestionar la disponibilidad de efectivo son los denominados Fondos Comunes de Inversión (FCI) de Bonos, los cuales invierten –en mayor o menor medida– su cartera en títulos públicos del Estado nacional que ajustan por el Coeficiente Estabilizador de Referencia (CER), un indicador que refleja las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
“Los títulos que ajustan por CER, así como los FCI integrados mayormente por los mismos, son actualmente la vedette para manejar disponibilidades de corto plazo”, explicó a Bichos de Campo el economista Nicolás Burzaco, director de la Consultora Extra Milla.
Sin embargo, el consultor financiero indicó que, tal como ocurrió en 2019 durante la gestión de Hernán Lacunza como ministro de Economía, no puede descartarse que el gobierno refinancie en algún momento la deuda en pesos ante el creciente volumen que está adquiriendo la misma (y que no es otra cosa que inflación contenida en un “saco de fuerza”).
Por eso, para evitar una elevada exposición a ese riesgo, otra alternativa son las cauciones, una suerte de “plazo fijo” que se negocia en mercados bursátiles por medio de las sociedades de bolsa. Pueden hacerse de 1 a 120 días, aunque el tramo más líquido suele operarse entre los 7 y 30 días.
“Las cauciones permiten obtener rentas anualizadas del 37,5% al 39,0% (TNA), aunque exigen un poco más de carga operativa en el caso de hacer colocaciones a uno o tres días y renovarlas con cada vencimiento”, apuntó Burzaco.
Otra herramienta, aunque con menores rendimientos –del orden del 32% al 33%– son los FCI Money Market, que suelen invertir en cauciones y plazos fijos.
“Si bien se trata de instrumentos que corren detrás del índice de inflación, son mucho mejores que dejar el capital en una caja de ahorro que no ofrece retorno alguno en un contexto de alta aceleración inflacionaria y contar con liquidez inmediata”, resumió el especialista.