Esta noticia de Infocampo está fechada en julio de 2014, hace exactamente cuatro años. En aquel momento la presidenta era Cristina Kirchner y el gobernador de Buenos Aires era Daniel Scioli, pero los padecimientos de los productores de leche eran más o menos los mismos que ahora: el precio no llegaba a cubrir los costos de muchos tambos y la industria láctea se hacía la distraída, ante la inacción del funcionario intermedio de turno. Por eso los tamberos decidían recurrir a las provincias.
“En medio de las quejas de los tamberos por la orden del secretario de Comercio, Augusto Costa, de congelarles el valor que cobran de las industrias, los ministros de agricultura de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires le enviarán la próxima semana al funcionario una nota para abordar la situación del sector y analizar cómo mejorarles el precio a los productores sin que haya subas al público”, indicaba aquella noticia.
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En aquel momento, en la génesis de una crisis lechera que ya lleva varios años, los que iban a intervenir a favor de los lecheros eran los ministros de Santa Fe, el socialista Carlos Fascendini; de Córdoba, el peronista Julián María López; y de Buenos Aires, el sciolista Alejandro “Topo” Rodríguez. En conjunto, las tres provincias representaban 92% de la oferta lechera del país. Los productores habían recurrido a ellos porque al parecer el segundo de Axel Kicillof le había ordenado al sector industrial que no se pagara más de 3 pesos por litro de leche cruda, sin importarle el destino de los tambos.
Lo único que cambió ahora es el signo político del Gobierno Nacional y el de la Provincia de Buenos Aires, porque Córdoba y Santa Fe siguen gobernadas más o menos por las mismas personas. Las denuncias de la producción primaria por los bajos precios no cambiaron nada, aunque ahora -cuatro años después- cobran 6,70 pesos por litro. Quizás lo que sí cambió en el gobierno de Cambiemos es que ya no hay un secretario de Comercio que llama a las empresas para controlar los precios. Ahora no llaman. Ahora “no intervienen”.
Todo este recuerdo sirve para demostrar que, una vez más, la historia es circular. Las cosas se repiten como de manual.
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Este jueves, los productores de leche vinculados a las confederaciones de CRA se reunieron en una asamblea en Rosario y su gran decisión fue “solicitar una reunión urgente con los cuatro ministros del área de cada provincia (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos)” para plantearles que la situación actual, que es muy parecida a la que se denunciaba en 2014.
“Los funcionarios responsables del Gobierno Nacional no han dado respuesta acorde a la grave situación coyuntural y estructural de la lechería”, aclaró CRA, justificando este S.O.S a las autoridades provinciales.
Quedó más que claro que este pedido de intermediación a los gobiernos de las provincias donde están ubicadas las principales cuencas lecheras tiene que ver con la necesidad de no dinamitar todos los puentes con el gobierno de Cambiemos, ya que esta semana el director nacional de Lechería, Alejandro Sammartino, y el propio ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, dijeron que no intervendrían en el proceso de formación de los pecios, aún cuando reconocen públicamente que muchos establecimientos primarios están operando a pérdida.
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Las opciones estaban claras en esta asamblea: o se lanzaba en lo inmediato una medida de protesta o se intentaba buscar otra opción que no diera por muerta la negociación ante la cerrazón o la impotencia de los funcionarios nacionales. Por eso se recurrió a las provincias y a sus ministros, que no podrán hacerse los distraídos. Como ya sucedió en 2014.
De manual, por si esto no prospera, la asamblea de Rosario resolvió “mantenerse en estado de alerta, no descartando futuras medidas de acción gremial”.
Según el análisis de los productores, para que dejen de perder plata no se necesita ningún subsidio oficial. “La posibilidad de mejora sustancial del precio de la leche al productor está en la cadena láctea que va del consumidor al productor, ya que el producto elaborado más básico que es el queso cremoso da para pagar más de 8 pesos el litro, recibiendo hoy el productor tan solo 6,70 pesos”, explicó el comunicado.
Las sociedades rurales lecheras además criticaron la pasividad de la gestión de Cambiemos. “Dejar que todo se resuelva sin hacer nada significará que en poco tiempo se corra el riesgo de perder el 50% de los tambos de la Argentina”, puesto que el 75,4% de los tambos producen menos de 3000 litros diarios y aportan el 40% de la producción de leche del país, se indicó.