Gustavo Blengino disertó en el Congreso Ganadero que organizó la Rural de Rosario y, tras bajar del escenario, se prestó a reflexionar sobre la actualidad del sector ganadero argentino, alejándose por un rato de los indicadores técnicos que desplegó durante su presentación para abordar el cambio de tendencia productivo, y radica en la necesidad de producir más kilos de carne por hectárea.
“Yo creo que el norte está en empezar a consolidar más producción de terneros por vaca entorada. Históricamente, lo que venimos viendo desde el año 1950, donde empezamos a tener registro, es que no superamos el 60, 62, 65% de procreo”, explicó Blengino, que es veterinario y gerente de línea reproductiva del laboratorio Zoetis.
¿De qué estamos hablando? El especialista resumió: “Cada 100 vacas tenemos 60, 65 terneros. Entonces, si de esas 100 vacas nos quedan 35 vacías, es un animal que va a estar dando vuelta en el campo sin producir kilos de carne”.
En este sentido, remarcó que la tecnología está disponible y que es hora de aplicarla para que ese porcentaje de vacas improductivas disminuya: “La idea es que con la tecnología que hoy tenemos, empezar a aplicarla y lograr que esa vaca que no se preña, sacando el lado sanitario, ajustando el nutricional y utilizando una técnica como el tiempo fijo, podamos lograr mayor cantidad de vacas preñadas en ese rodeo que estamos necesitando para que, en definitiva, produzcamos más kilos de carne”.
Respecto de otro de los debates siempre vigentes en la ganadería argentina, el de apuntar a animales más grandes y pesados como forma de ganar eficiencia, Blengino aseguró: “Esa discusión creo que va a ser una discusión eterna, porque depende de qué querramos exportar. Si nos pidiesen la cantidad de carne que podría llegar a consumir o demandar el mundo, no se lo podríamos abastecer, porque la fábrica está fallada. O sea, no tenemos los kilos de carne desde el vamos, no nacen esos terneros”.
Mirá la entrevista completa con Gustavo Blengino:
Blengino puso el dedo en la llaga al comparar la evolución de la agricultura con la situación de la ganadería: “Tampoco hemos tecnificado como se ha tecnificado la agricultura a la vaca. La vaca, en determinado momento, es guardar valor. Tengo una deuda por pagar semillas y fertilizantes o agroquímicos y vendo unas vacas”.
Para él, buena parte del problema radica en la falta de adopción de técnicas que ya están probadas y cuyos resultados están a la vista. “De alguna manera es que más productores se animen a adoptar una técnica que es sencilla, de tres pasos, y que en diez días podés lograr tener la mitad de tu rodeo preñado. ¿Qué es eso? Eso es la inseminación artificial a tiempo fijo”. Según Blengino, esa es la clave del éxito exportador.
A pesar de los bajos niveles de adopción, Argentina figura entre los países que más inseminan a nivel global. “Nosotros inseminamos entre el 12 y el 15 por ciento de nuestro rodeo apto a preñarse, ¿no? Entonces, si nosotros lográsemos, por lo menos, un 6, 7, 8 por ciento más de vacas inseminadas a tiempo fijo por año, ajustando las variables de alimentación y las variables de sanidad, lograríamos tener esos terneros que nos están faltando para después seguir el ciclo productivo de recría y terminación y más carne en el mostrador”.
Por último, Blengino reflexionó sobre el rol clave del productor ganadero en este proceso de tecnificación: “Nosotros hemos tratado como profesionales de esta técnica, masificarla en charlas, en talleres y demás, y es lo que estamos haciendo. Extensión y contarles y mostrarles trabajos académicos que nos dan soporte de que interviniendo mínimamente y eligiendo un animal ideal para tu campo a nivel genético, podés lograr buenos resultados sin sacrificar vacas en culata de camión postacto porque no te van a dar un ternero”.