La lechería argentina sufre actualmente dos problemas: falta de lluvias y restricción de divisas. En ambos casos los faltantes encarecen los costos de producción notablemente. Por el lado de la sequía, hay que salir a comprar recursos forrajeros, los cuales son productos dolarizados que pesan mucho en un sector que cobra en pesos. Por el lado de las divisas, la instrumentación de dos ediciones del régimen del “dólar soja” hizo que dispararan los precios de los balanceados.
Esa situación ya impacta en la producción de leche de la Argentina, que comenzó a descender, en términos interanuales, desde octubre pasado.
“Los tambos más tecnificados, los que tienen a la hacienda encerrada, usan silo y no pasto para alimentar a la vacas. Pero como necesitamos estirarlos (a los silos) al menos hasta abril, tenemos que reducir el suministro y agregar otros productos como cascarilla de soja, que copia el precio de la soja, o germen de maíz, que viene desde Tucumán”, explicó a Bichos de Campo el consultor y asesor de tambos Marcos Snyder.
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Fuerte caída en la producción de leche en Argentina…faltan 1 millón de litros/día pic.twitter.com/qxE8HdHQpb— Dairylando® (@dairylando) December 19, 2022
El otro faltante es el de dólares. Para aliviarlo, el gobierno nacional decidió instrumentar un régimen cambiario especial por tiempo limitado (“dólar soja”) que encareció el precio de los balanceados que se emplean en los tambos. El primer “sacudón” de precios llegó en septiembre (primera edición del “valor soja”) y el segundo está ocurriendo en el presente mes de diciembre.
Además, “el maíz copia la suba de la soja, porque nadie vende y entonces se encarece. El que tiene grano piensa que el gobierno ya puso el ‘dólar soja’, el ‘dólar banana’ y que vamos a tener el ‘dólar manzana’ o ‘uva’ y todo eso genera expectativas”, comentó Snyder.
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En este contexto adverso, el analista dijo que el costo de hacer un litro de leche está en niveles muy altos. Y no cree que este panorama se vaya a revertir rápidamente. Según sus cuentas, la lechería lleva 24 meses con costos que no cubren el precio promedio informado por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea). Y resaltó que actualmente el precio que perciben los tamberos está en promedio un 25% por debajo del costo del litro de leche producido.
“A moneda constante de 2019, cuando todavía se cubrían los costos, el precio hoy debería ser de 75 pesos por litro, pero el promedio es de 62 pesos”, alertó el analista, quien destacó que los establecimientos de mayor volumen de producción logran precios por encima de ese promedio y que los perjudicados son los de siempre: los tambos más chicos.
“Los que tienen producciones de más de 6000 litros diarios están cobrando arriba del valor promedio informado por el Siglea, pero los que producen menos cobran también menos”, remarcó.
Los costos en la lechería también se miden en litros por vaca. En tal sentido, dijo que “veníamos en 14/15 litros y ahora estamos en 17/18 litros por vaca (de costo). Eso no se refleja en los modelos que calculan que se saca la misma leche con los mismos insumos. Pero, al no haber pasto, no usamos los mismos insumos, sino más suplementación”.
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La producción de leche noviembre 2022 fue -2,9% inferior a la de noviembre 2021…el único estrato de tambos que creció fue el de +10.00 lt/día pic.twitter.com/qyhbI33ien— Dairylando® (@dairylando) December 20, 2022
Snyder dijo que es por esa situación el sector reclama medidas urgentes, entre las que destacó el beneficio que se podría obtener de la quita de derechos de exportación, que son del 9% para la leche en polvo y de 5% para los quesos. “Habría 6 pesos más por litro que entrarían a la cadena y podían llegar al productor”, indicó.
De prolongarse este escenario, el especialista consideró que se viene un faltante importante del producto. “El pico de oferta de octubre este año fue muy moderado y desde octubre hasta abril cae estacionalmente la producción, se secan vacas por el calor, ya que comen menos, y se sabe que la producción entra por la boca. El año que viene eso va a estar agravado por la suba de costos y la poca oferta de pasto y de maíz”.