Aquí hay dos noticias: una de ellas, la escrita, dirá que la consignataria de leche impulsada por el Ministerio de la Producción de Santa Fe para mejorar los ingresos de los tamberos está dando sus primeros pasos concretos. La segunda noticia, y la más importante para nosotros, es que quien firma la nota es la periodista Elida Thiery, que así vuelve a las andadas en el sitio especializado EDairyNews.
“Que la lechería debe formalizar muchos de sus eslabones no es ninguna novedad. Es por esto que en Santa Fe se empezó a trabajar hace ya más de un año y medio en la idea de agrupar productores y comercializar de manera conjunta la materia prima, buscando así una sostenibilidad del negocio, un mejor valor de la venta y con ello la transparentación del inicio de la cadena”, comienza el artítulo con que nuestra colega inicia una nueva etapa después de su alejamiento de un diario de la cuenca lechera santafesina.
Respecto del tema de la nota, lo que importa es que la llamada Consignataria de leche -una experiencia inédita en el país- está llevando a cabo una prueba piloto para poder vender a la materia prima de una manera diferente a la tradicional.
“De los siete grupos que estamos participando, arrancamos en mayo aportando un equipo cada uno y ahora a partir de junio pasamos a dos equipos por cada cooperativa que integra la Consignataria”, explica Marcelo Dándolo, uno de los referentes de este grupo, en alusión a los 28 mil litros que suma cada camión.
El destino de esa materia prima que se origina en los departamentos santafesinos de Las Colonias, Castellanos y San Cristóbal se da hacia tres pymes lácteas, del centro y sur de la provincia, con lo cual se permite en esta prueba piloto tener una idea concreta sobre los gastos de logística y su armado, para tener la verdadera “gimnasia” para un futuro en el que se proyecta un manejo de 500 mil litros diarios.
La expectativa, según explica Elida, es que “con una dinámica ya adquirida de comercialización en conjunto, el cambio de escala permita hacer mejores negocios y darle una forma más concreta al pago por calidad y a la negociación del precio por sólidos, tal como lo dispone la liquidación única, a través de una matriz consensuada para la conformación del precio que fue aceptada por las empresas”.
Un placer que Elida Thiery siga en carrera para ir contándonos cómo evoluciona este proceso.