La carne de pollo le ganó, y por mucho, la carrera a la inflación, que en 2018 sumó 48%. Según el informe de precios que publica cada mes el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna), la carne aviar tuvo una recomposición interanual de 68%. Es decir, subió 20 puntos más que el promedio de precios de la economía.
Cabe recordar que este producto durante años tuvo retrasos muy importantes con respecto a la suba general de precios de la economía. Por eso el año pasado las empresas avícolas buscaron regular la oferta para así forzar una reacción de precios que acompañara los costos. Pero además y fundamentalmente lo que pasó con el pollo fue que tuvo una mayor demanda, porque cuando el bolsillo se achica la gente busca alternativas más económicas.
Esa mejora achicó en 21,5% la brecha entre el pollo y la carne vacuna. Así con un kilo de asado en diciembre se pudo comprar 2,74 kilos de pollo, cuando un año atrás esa relación era de 3,5 a 1.
Del informe de precios de IPCVA se destaca además que el año pasado la carne vacuna tuvo una mejora interanual de 39% y que de la carne porcina, la menos beneficiada, tuvo una suba todavía menor, de 33%. Es decir, ambos productos evolucionaron por debajo de la inflación.
De todos modos, hay que festeja esa mejora porque las paritaria este año rondaron el 25% lo que significa que el consumo local destinó más dinero de su bolsillo para hacerse del producto. Está claro que la demanda de carne -especialmente vacuna- no es muy elástica, no está dispuesta a reducir su nivel de consumo.
Pero si a la carne no le fue tan mal, a la hacienda le fue todavía mejor. Si se comparan los precios promedio de Liniers en forma interanual se concluye que el novillo mejoró 47%, la hacienda liviana para consumo entre 40 y 43%, y las vacas mejoraron 60%.
Es decir que todas las categorías bovinas subieron más que la inflación, lo que indica que el sector industrial redujo márgenes, al menos durante el último tramo del año, que fue cuando se dio la mayor suba.
En el caso de los novillos y de la hacienda liviana hay que señalar que en la segunda quincena de diciembre tuvieron incrementos del 20%, debido a la conjunción de feriados, lluvias y falta de stock en cámaras. En tanto, en el caso de las vacas los aumentos en las cotizaciones tienen que ver con la fuerte demanda de China y de Rusia, que impulsaron las ventas de hembras a la faena.