El hecho de contar con un diferencial a favor de dos puntos en los derechos de exportación no es suficiente –en la actual coyuntura– para que la industria aceitera argentina sea más competitiva que los exportadores de soja sin procesar.
El FAS teórico de los exportadores para soja Rosario disponible se encuentra en 340,5 u$s/tonelada, mientras que en el caso de la industria aceitera ese valor es de 327,7 u$s/tonelada. Es decir: una brecha superior a 10 u$s/tonelada, según cálculos realizados por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El valor de la soja disponible Rosario Matba Rofex, correspondiente a la mercadería condición cámara, se ubicó ayer en un promedio ponderado de 335,5 u$s/tonelada, es decir, a mitad de camino entre la capacidad de pago teórico de la exportación y de la industria aceitera.
La razón de tal fenómeno reside en el hecho de que la demanda mundial de harina de soja, que es el principal producto de exportación argentino, viene aflojando porque algunas naciones importadoras de Asia, África y Medio Oriente vienen incorporando fuentes proteícas alternativas en las raciones animales para morigerar el impacto del alza de los commodities tradicionales.
Otro factor que afectó a la demanda son los recurrentes rebrotes de la fiebre porcina africana en mercados asiáticos y europeos, los cuales, obviamente, afectan las importaciones de harinas vegetales y cereales, aunque, en contrapartida, promueven un incremento de las compras de proteínas animales.
El tercer aspecto es que, a diferencia de lo que sucede con el poroto de soja, China no habilita el ingreso de harina de soja a su territorio porque prefiere asegurar la generación de ese producto en su propio país
En 2019 el gobierno de Mauricio Macri inició gestiones para habilitar el ingreso de harina de soja argentina a China, aunque las autoridades del gobierno chino pusieron en el “freezer” ese pedido, lo que representa un obstáculo importante para garantizar que la dinámica internacional del precio del poroto se replique también en la harina.
En ese marco, los precios de los contratos futuros de harina de soja del CME Group están en niveles presentes a los existentes en noviembre de 2020, cuando los del poroto de soja, si bien también cayeron en las últimas semanas, regresaron a los valores negociados en abril y mayo de este año.
El producto oleaginoso que mejor comportamiento relativo viene mostrando es el aceite de soja, el cual, debido a restricciones de oferta del aceite vegetales en el mercado mundial junto con una recuperación del valor del petróleo crudo, experimentó un alza sustancial en el último año.
El comportamiento del aceite de soja –insumo baso del biodiésel en muchas naciones– contribuyó a sostener el valor del poroto de soja, pero vale recordar que el grueso de la composición del poroto está conformado por el material sólido a partir del cual se elabora harina de soja destinada fundamentalmente para alimentación animal.
El derecho de exportación vigente sobre el poroto de soja es de 33,0% del valor FOB, mientras que en el caso de la harina y el aceite de soja es del 31,0%.
Vale tener en cuenta que el FAS teórico calculado por la Bolsa de Comercio de Rosario considera el margen neto de una empresa aceitera promedio, aunque no contempla las dificultades logísticas que están experimentando las compañías del sector debido a la bajante del río Paraná.