A pesar de las dificultades que hubo este año en el comercio mundial vinculadas a la logística y la permanente amenaza del gobierno de poner restricciones para cuidar el mercado interno, las exportaciones de lácteos han venido creciendo. Entre enero y octubre aumentaron 5% en volumen y 14,5% en valor, el cálculo hecho por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Ese desempeño significó una participación de las exportaciones en la producción total de leche fluida del 24%. Según indicó Jorge Giraudo, director ejecutivo del OCLA, esa participación podría crecer al 25% hacia fin de año, lo que la acercaría a niveles récord, pero podrían ser todavía mayores y si el gobierno no limitara el ingreso de dólares al país y a la cadena.
Por lo pronto, la salida de lácteos hacia el mercado internacional está ayudando a la cadena productiva a depender un poco menos de un consumo interno, que suele ser alto respecto de otros países pero que está en franca caída como consecuencia de la crisis económica local, caracterizada por una inflación muy alta que castiga cada mes el poder de compra del salario.
Con respecto a la marcha del negocio, Giraudo explicó: “Las exportaciones oscilaron mucho por los problemas de logísticas y disponibilidad de contenedores y barcos, pero si se concreta lo que normalmente se exporta en noviembre y diciembre se llegaría a los 2.800/3.000 millones de litros destinados a la exportación, cerca del 25% de la oferta total de la leche”.
El referente de la cadena lechera dijo que las ventas al extranjero podrían ser mejores si no se vieran afectadas por “los derechos de exportación y el atraso cambiario. El dólar al que se liquidan restado ese impuesto es menos de la mitad del dólar paralelo con el cual se pagan muchos insumos”, apuntó.
Luego explicó que además “Argentina y Sudamérica no capturan los precios internacionales”, ya que aquí el precio de exportación es sensiblemente menor al de Nueva Zelandia u otros países. “Estamos hablando de 3500/3600 dólares por tonelada cuando en otros mercados se observan valores más altos”, precisó Giraudo.
Los principales destinos de los lácteos argentinos se concentran en dos mercados, Argelia y Brasil, a donde se envían 30% de los productos a cada uno. La mayor parte de lo que se despacha es leche en polvo (con 47% del total embarcado) mientras que los quesos representaron otro 25%.