A veces hay que detenerse a escuchar todas las voces antes de sacar una conclusión. La voz de Justo Brave, un productor lechero con tambos en el sudeste de Córdoba y en Luján, provincia de Buenos Aires, resulta muy útil para saber que no todos los que producen alimentos se alegran cuando se produce una corrección del tipo de cambio como la que se registró en los últimos días de 2017.
“Con la noticia de las últimas semanas sobre la suba del dólar los productores de leche volvemos a quedar muy descalzados y atemorizados por la suba nuestros costos”, explicó el productor en diálogo con Bichos de Campo. Brave se refirió al impacto de esta mini devaluación sobre algunos costos fijos de los tambos que están dolarizados, sobre todo en materia de nutrición.
“Todo lo que produzcas de pasto y reservas forrajeras se traduce a dólares. Y seguro que los precios de los combustibles van a seguir subiendo. Todo eso afecta, y mientras tanto tus precios no suban la veo muy complicada.”, explicó.
Escuchá el reportaje completo a Justo Brave:
En materia de ingresos, el productor lechero señaló que la recomposición de los valores de la leche cruda que comenzó en octubre de 2016 se mantuvo hasta junio pasado y se detuvo casi por completo. “El precio quedó planchado, subió apenas unos centavos”, dijo. En esos meses del segundo semestre de 2017 la cosa no pasó a mayores aunque “si bien los costos de alimentación no subieron, sí lo hicieron otros costos de modo importante”. Y de nuevo esta ecuación comenzó a horadar la magra rentabilidad del primer eslabón de la cadena.
“Lo que paso el año pasado es que muchos productores no tenían escapatoria, había mucho tambo en venta y nadie compraba”, lamentó Brave, que vio como uno de los establecimientos que asesoraba tuvo que cerrar sus puertas y dejó sin ingresos a siete familias que vivían en el campo.