“Ante las diferentes versiones periodísticas, la Secretaría de Bioeconomía informó que no hay en estudio un decreto o resolución para levantar la Barrera Sanitaria Patagónica, a la vez que aclaró que toda medida vinculada a sus funciones y misiones van a ser debatidas y consensuadas con los sectores involucrados”.
De esa manera, con un escueto comunicado que denomina “versiones periodísticas” a una resolución adoptada por la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) la semana pasada en París, en una reunión que el mismo presenció, el secretario Fernando Vilella cumplió la orden del verdadero responsable de la política agropecuaria, secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo, y desestimó oficialmente una flexibilización de la barreta sanitaria patagónica que desde hace más de veinte años mantiene a salvo a las provincias más australes del país del ingreso de carne o animales bovinos desde el norte del Río Colorado.
La diferencia entre una y otra región sanitaria es que la Patagonia es una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, mientras que todo el territorio argentino al norte también es libre de la enfermedad (el último foco se registró en Corrientes en 2006) pero con vacunación. Esto implica un status sanitario diferente, que justifica la restricción en el comercio de productor riesgosos respecto de esa zoonisos, como la carne con hueso o los animales en pie.
Tal como anticipó Bichos de Campo hace una semana, la recomendación (no vinculante) realizada por la OMSA en la reunión de París fue que se flexibilizaran dichas restricciones para una serie de alimentos, como los lácteos, pero también para los bovinos en pie, lo cual dio pie a una posibilidad de que en a Argentina siga prohibido el ingreso de carne con hueso, pero sí se permitiese que ingresen animales desde el norte del país para ser faenados en plantas de la Patagonia. De ese modo, los costillares llegarían de todos modos a una región donde el asado es mucho más caro que en el norte, debido a que la faena local es insuficiente.
Este es un reclamo insistente y de larga data de los ganaderos y frigoríficos de La Pampa, una provincia ganadera que está en los límites de la barrera y dispone de gran cantidad de novillos, pero que se ve impedida de vender sus asados en las provincias del sur. Diputados de esa provincia, como el liberal Martín Ardohain, incluso han presentado proyectos de ley para que se habilite ese comercio.
El Senasa, sabiendo que esa discusión excede el terreno de los estrictamente sanitario y tiene un alto voltaje político, elevó la recomendación de la OMSA (sí, las versiones periodísticas) a sus superiores, los secretarios Pazo y Villela, para que discutieran el asunto. Fue el interventor de facto de la Secretaría de Bioeconomía, amigo personal del ministro Luis Caputo, quien tomó una decisión que es estrictamente política: patear este debate para más adelante. Obediente, Vilella comunicó esta noche esa definición.
Por cierto, según fuentes bien informadas, la decisión oficial de mantener sin cambios la Barrera Sanitaria, que de todos modos se anuncia como temporal (“toda medida vinculada a sus funciones y misiones van a ser debatidas y consensuadas con los sectores involucrados”, dice el comunicado), pues no tiene fundamento sanitario sino estrictamente político: se acerca la votación de la Ley Bases en el Senado y tanto Caputo como Pazo evaluaron el riesgo de que esta discusión en torno a la aftosa se colara en la agenda de esa negociación.
Presionados por sus propios ganaderos y dirigentes rurales, los gobernadores de la Patagonia ya han manifestado en varias ocasiones su apoyo a la continuidad de la barrera patagónica. Frente a las “versiones periodísticas”, incluso, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, recibió el miércoles a representantes de la Federación de Entidades Rurales de la provincia para manifestar su rechazo a cualquier modificación en la barrera sanitaria o cualquier intervención que haga peligrar los estatus sanitarios de la Patagonia. La movida se iba a extender la próxima semana al resto de la región.
Temeroso de perder algún voto en la elección legislativa más crucial que la gestión de Javier Milei enfrentará en los próximos días en el Senasa, los funcionarios de Economía decidieron cortar por lo sano y cancelaron por ahora esta discusión. “El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) continúa fortaleciendo la Barrera en su rol de organismo fiscalizador y en virtud de asegurar la calidad e inocuidad de los productos y alimentos de origen animal y vegetal para salvaguardar la sanidad de la producción agropecuaria”, dice el escueto comunicado del mensajero Vilella.