Si las exportaciones de carne bovina están batiendo récords por la gran demanda de China, los embarques de carne de pollo no se quedan tan atrás: entre enero y septiembre, acumularon un crecimiento del 40% interanual, según destacó un informe elaborado por los cooperativistas de Coninagro.
“La mayor demanda, proveniente desde China, está generada por los bajos stocks de cría de aves y la sustitución de carne porcina, y junto al aumento de las exportaciones a Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Rusia y Chile, fueron claves en el auge exportador del sector en lo que va del año”, describe el estudio.
Según el Índice de Competitividad de Coninagro, el potencial multidimensional de la Carne Avícola creció 2,5% interanual en el segundo tercio de 2019, revirtiendo la caída registrada durante el primer trimestre de este año (-2,9%). “La mejora del sector se debió, principalmente, a la buena performance de la dimensión Desempeño Económico. La misma creció 15% gracias al aumento en términos reales del precio percibido por el productor (+52,1%) y una mayor oferta avícola (+1,8%). No obstante, la evolución de los costos se incrementó por encima de la inflación, debido a la suba en la mayoría de los insumos (combustibles, energía eléctrica y maíz).
Según el relevamiento de Coninagro, en Argentina hay 6.500 granjas avícolas. El 83% de la producción se desarrolla en Buenos Aires y Entre Ríos. La producción deja 2,1 millones de toneladas de carne aviar y 1 millón de toneladas de huevos.
Otro dato que revela el informe es que los argentinos consumen, en promedio, 43 kilos por año por habitante de carne aviar y 265 huevos por habitante por año. En tanto, las exportaciones de carne aviar representan 330 millones de dólares para el sector.
Norberto Niclis, vicepresidente de Coninagro, explicó que “el consumo de carne aviar se está equiparando al bovino por cuestiones de costo, y también culturales. Si bien el mercado interno tiene un consumo superior, también se abrieron mercados para vender partes del pollo que los argentinos no consumimos y Asia, por ejemplo, si las compra. El hecho de que China haya aprobado varios frigoríficos aumentó la demanda de producción”.
El directivo cooperativista aclaró que no se corren riesgos de desabastecer el mercado local. “La logística está hecha para abastecer el mercado interno. En el caso de la carne aviar, la producción no es tan estacional, pero el consumo sí. Entonces cuando se consume menos, podemos mantener el nivel productivo y exportar el excedente”, señaló.
Andrés Cura, ingeniero agrónomo que está a cargo de la Integración Avícola de la Unión Agrícola de Avellaneda, ubicada en Avellaneda, en el norte de la provincia de Santa Fe, señaló que “si Argentina hace bien las cosas, puede volver a posicionarse fuertemente en el mercado internacional, aprovechando la sanidad y la oferta de cereales que tiene para transformarla en proteína animal y exportarla al mundo”.
Ver Informe del INTA: Los pollos le pisan los talones a los bovinos en materia de consumo
Hay múltiples posibilidades de negocios. “En 2011 tramitamos habilitaciones de nuevos destinos y desde el 2011 mandamos garras de pollos a Hong Kong, mientras que a Vietman enviamos plumas y vísceras para harinas (esto se usa para alimentación de mascotas, no para consumo humano). Por otro lado, Rusia se lleva gran parte de pata de muslo con cadera y sin cadera, en tanto que la pechuga de pollo mayormente es comercializada a Arabia Saudita, y el corazón de pollo a Brasil. Después de unos 8 años de trabajo técnico en SENASA hemos logrado perfilar nuestra planta procesadora de aves para la exigencia del mercado chino. Se mandan volúmenes interesantes, ya que cargamos entre 4 y 6 contenedores por semana hacia China y los demás destinos mencionados. Nuestro objetivo es exportar un 30% de nuestro volumen de producción“, agregó Cura.