En el noreste de La Pampa, un grupo de contratistas encontró en una herramienta de gestión digital la forma de plasmar sus costos y trazar una mayor transparencia con lo que cobran por sus servicios. Lo lograron agrupándose en vez de competir, lo cual no es nada usual en este sector. Esto les permite comparar y mejorar sus resultados económicos.
El software de gestión digital llamado Gema fue diseñado por un contador y por un programador y es exclusivo para contratistas agrícolas. Se trata de un instrumento privado que fue avalado por la facultad de Ciencias Veterinarias de La Pampa en 2015 y que desde el año pasado forma parte de Cambio Rural, un programa que arma grupo de productores y que es manejado por el INTA.
Adrián Sánchez, contador y asesor del grupo de contratistas, explicó en diálogo con Bichos de Campo que “este grupo que se armó y que posteriormente terminó en un grupo de Cambio Rural, ya venía juntándose hace varios años de modo informal. En mi estudio particular tengo tres o cuatro contratistas como clientes, y desde 2007 venimos trabajando en Excel, haciendo gestiones económicas para saber si la actividad era realmente rentable en los servicios de siembra, pulverización y cosecha”.
Mirá la entrevista completa a Adrián Sánchez:
La zona donde trabaja este grupo de contratistas no solo abarca el noreste de La Pampa sino también el oeste de Buenos Aires, y la idea surgió, en palabras de Sánchez, “por la motivación de uno de ellos, para juntar información, no sólo para gestión personal sino también para poder ver un comparativo global. Cinco años después, con un programador que trabaja conmigo, diseñamos una plataforma web para que cada contratista pudiera acceder con un nombre de usuario y clave, pudiera cargar su información de maquinarias, ingresos y costos, y así calcular su rentabilidad. Pero a la vez buscamos que esa información sirva para comparar el promedio del grupo”.
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El contador y asesor de los contratistas remarcó el valor de la experiencia colaborativa entre este grupo de prestadores de servicios, y aclaró que “este es un grupo de contratistas que se conocen entre sí, que tienen una afinidad y entonces es más fácil conversar cuando nos juntamos, que lo hacemos por lo general tres o cuatro veces al año, y así evaluar los costos de cada uno”.
“Por ejemplo, si uno gasta más en reparaciones que otro, quizás se refleja en que tiene equipamiento más viejo que requiere más mantenimiento, o bien, si uno paga más intereses que otros, y seguramente eso se deba a que tiene créditos de compra de maquinaria”, mostró.
Para Sánchez, tiene valor propio un grupo de este estilo. “En 2015 había en Crespo,. Entre Ríos, una movida para formar un grupo de contratistas. Si llegaron a hacerlo, nosotros debemos ser el segundo grupo del país. Y a su vez, hay otros grupos formados en Santa Rosa, La Pampa, y en Bragado, Buenos Aires. Y entre los asesores de los tres grupos tenemos contacto y entre quince a veinte días nos juntamos para hacer intercambios”, manifestó.
Queda claro que, según Sánchez, se trata de “cambiar el chip” entre alguien que tiene que sólo quiere competir para ganar clientes, por un espacio solidario donde el intercambio de información y de experiencia les sirva a todos para mejora integral.
De acuerdo al asesor pampeano, que está preparando con este trabajo un proyecto de maestria en la Universidad Nacional de La Pampa, “partimos de que el contratista rural es un tomador de precios. Es decir, los grandes pooles o productores por lo general suelen fijar tarifas, y los contratistas terminan un poco a merced, viendo si les conviene o no tomar esas tarifas. Por eso, esta herramienta de gestión les permite ver dónde están parados y hasta dónde moverse, aceptando o no las condiciones que les da el mercado. Esa es la lógica de Gema”.
Un grupo de contratistas de La Pampa, que eligió asociarse para evaluar sus márgenes económicos, para comparar sus resultados con respecto al promedio global del grupo y así efectuar mejoras personales, y que recurrieron al INTA como modo de darle más despliegue a este emprendimiento asociativo, a través de un grupo de Cambio Rural. Hay veces en que, la unión hace la fuerza, y en este tipo de proyectos, queda demostrado.