“Replantearse los establecimientos hoy tiene muchísimo que ver con salir de la simplificación”, asegura Ignacio “Nacho” Corominas, productor ganadero y educador en manejo holístico. ¿Por qué Corominas plantea esto, y a que se refiere? Según él, “la simplificación nos llevó a situaciones que no queremos seguir reproduciendo, ya que nos genera una dependencia de insumos químicos y los fertilizantes. Por otro lado vemos a productores que están haciendo cosas raras”.
Esas “cosas raras” a las que hace referencia el productor ganadero tienen que ver con el manejo holístico de la hacienda, donde la rotación intensiva para la regeneración de pasturas es uno de los puntales de la actividad.
En ese grupo que hace “cosas raras” Corominas se incluye: “Nosotros estamos en Roldán -provincia de Santa Fe-, lo venimos haciendo hace diez años. Hoy, frente al cambio climático, donde casi nadie se anima a hablar de sequía, pero sabemos todos que hace tres años que venimos remando en el desierto, el manejo holístico es un método que se generó no hace tanto tiempo en base a la información que ya existía”, explica a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa con Ignacio Corominas:
-¿En qué consiste este manejo holístico y que beneficios tiene?
-Es un marco para la toma de decisiones con énfasis en la regeneración de ecosistemas. O sea, utilizamos los mismos animales como protagonistas fundamentales en la regeneración. Entendemos que es imitar a la naturaleza, que es lo que hizo a lo largo de la historia, donde las plantas tienen la posibilidad de crecer. Un grupo de animales que en este caso son los herbívoros, teóricamente a lo largo de la historia comían de manera agrupada para protegerse de los depredadores, y se iban moviendo de lugar, día por día, y dejaban sus deyecciones ahí y volvían recién cuando el pasto había crecido nuevamente.
Insiste el productor en que lo único que se hace en la ganadería regenerativa es tratar de imitar la naturaleza, pero con un método. “Hoy tenemos la tecnología, tenemos el conocimiento para hacerlo. La imitamos porque esos son los resultados que están a la vista”, agrega.
Corominas está convencido que esta tendencia debería extenderse y argumenta: “Yo creo que un replanteo debemos hacer. No sé si alguien habla del humo, no sé si alguien habla de desertificación, no sé. Yo sí sé que hablo de éxodo rural. Si eso no nos llama la atención y es un dato más, un aspecto más de las consecuencias del modelo, si no podemos lograr un replanteo que nos permita ser más resilientes, que nos permita manejar la situación tranqueras adentro, directamente tenemos que aguantarnos, depender de los insumos, depender del clima y demás. Esto para mí es una estrategia que vino para quedarse, inclusive en zonas menos generosas que la pampa húmeda, como la Patagonia Argentina”.
El especialista además resume que lo único que falta son productores que se quieran involucrar con esto, ya que -asegura- “además de todo, es un buen negocio”.