Luego de varios meses de fuertes retraso respecto de una inflación que no da tregua, el ganado con destino a la faena recuperó algo del terreno perdido en febrero. La suba desde inicios de año y hasta mediados de marzo fue de 43% para el novillo, 50% para novillitos y vaquillonas.
Esas categorías aumentaron 75% en forma interanual lo que significa que están 25 puntos porcentuales retrasadas respecto de la inflación del Indec.
Pero la situación es bien diferente para las vacas, cuyos precios no paran de caer. Esto tiene varias explicaciones.
Hay mucha oferta por la sequía, en los primeros meses del año los envíos a frigoríficos de esta categoría aumentaron más del 20%.
Además, los importadores chinos siguen comprando, pero no convalidan más subas en el precio de la carne.
Por otra parte, los frigoríficos exportadores -que venían pagando por encima de su capacidad gracias a la utilización de mecanismos financieros que les permitían obtener un ingreso mayor-, se vieron limitados por “sugerencias” oficiales y eso achicó su poder de compra.
En términos nominales la caída en el precio de esta categoría vacuna es de 4,4% interanual. Si en la primera quincena de marzo su valor promedió los 215 pesos, en igual fecha del año pasado su precio fue de 225 pesos por kilo vivo en el Mercado de Cañuelas.
Pero en términos reales la baja es muy importante. Si el precio de marzo de 2022 se hubiera ajustado por inflación el valor debería ser hoy de 458 pesos, lo que sería 113% superior al actual.
La caída en los precios pega duro en las cuentas de los criadores, que están por entrar el otoño con altas temperaturas que arrasaron con la oferta forrajera.
“La situación es de catástrofe”, dijo el consultor Víctor Tonelli. Consideró que “hasta la primavera que viene no veo posibilidades de recomposición de las pasturas por lo que la oferta seguirá siendo alta tanto de la hacienda de cría como de la que va a faena, y por eso las posibilidades de mejoras en los precios serán muy acotadas”.
Queridos amigos ganaderos, esto no se arreglará con una lluviecita, ni con un año de reinversiones, no hay una mirada integrada de las empresas y pymes ganaderas, hay un grupo social que ningunea al empresario ganadero y sólo se jacta de los asaditos con los amigos de lo propio y de lo ajeno. El punto pasaría por una profunda falta de carácter de todos los inversores del sector dónde el resultado lo intentarían manejar líneas comerciales de poca monta. Estamos asistiendo a una ridícula e intolerable dicotomía donde el adquirente pretendería devaluar el producto. En todo el mundo el kilogramo vivo de carne vacuna gira en los 2,5 U$ (dos dólares y medio) billete real y tangible. Un enfermo o un farmaceútico no pueden poner el precio de un medicamento, lo ponen los laboratorios. Las empresas ganaderas, hoy son un laboratorio y no se puede generar productos comestibles de primera con precios que pretenderían ser digitados por grupos de personas cuya única inversión es un auto, un telefonito, un camión con frío alquilado y una heladera; con intermediarios que muchas veces se quedan por lo menos a Mitad de camino de los Valores Económicos. También hay remates de autos y camionetas y sin embargo si los desea comprar a los valores del 2021 Lo Sacan Corriendo !!!!! Una vaca de rodeo general en Todas Partes, cotiza en torno a los 1.500 U$ ( mil quinientos dólares billete). Despertemos, basta de farsas !!! Besitos.