Pasó diciembre sin pena ni gloria en cuanto a la esperada recomposición de los precios ganaderos.
En los últimos 15 días del mes de diciembre, no hubo cambios en los valores del ganado. En esa época suele darse una recomposición de valores por la mayor demanda estacional de las fiestas, situación que suele coincidir con cierto faltante en la oferta de ganado para la faena. Sin embargo, este año fue la excepción.
Lo que en realidad coincidió, y que viene sucediendo desde hace varios meses, es una alta oferta de carne vacuna que facilita la tranquilidad compradora de los consumidores, matarifes y frigoríficos que abastecen al consumo interno, como consecuencia del impacto de la inflación en los ingresos de la población.
De lado de la oferta hay que destacar que el año 2022 terminó con un stock de hacienda de 1.6 millones de cabezas en los corrales. De ese total, el 86% corresponden a las categorías livianas de novillitos, vaquillonas, terneros y terneras, en un reparto casi parejo entre ellas. Apenas el 8% son novillos que suelen producirse para la cuota 481 y sólo el 6% vacas.
Esta cantidad de hacienda y la composición por categoría da cuenta que por la seca, el feedlot fue el destino obligado de mucho ganado y no hubo posibilidades de recriar para encerrar luego con más kilaje.
Por otra parte, indica que tampoco hay mucha producción de novillos y vacas debido a la debilidad de la demanda de los principales mercados como China y Europa, que llevan carne de vacas y novillos.
La conclusión que se desprende de esos datos es que así como diciembre pasó sin pena ni gloria, hay hacienda en stock suficiente para mantener bien abastecida a la demanda local por los próximos dos meses al menos.
Con el volumen que tienen los feedlots registrados en Senasa, con lo que hay en el aporte de los establecimientos “caseros” y algo que pueda salir de los campos, habrá carne para todos en cantidad y calidad. Se trata de un problema menos para el gobierno.
El precio de la hacienda tiene una suba interanual del 35%, cuando la inflación el año pasado fue cercana al 100%.
El precio del ganado (y de la carne) debería aumentar 40% para cubrir los costos del engorde
El retraso de la carne y el ganado será mayor en el verano y también las pérdidas de los productores que engordan a corral, que suman más de 30.000 pesos por animal que va a la faena y que se enfrentan a un escenario muy complicado signado por la escasa disponibilidad del cereal y las probables subas que tendrá ese insumo en los meses próximos.
Si no llueve, quizás puedan ajustar el precio del ternero aunque no será suficiente. Lo que se requiere es una suba importante de la carne y de la hacienda para comenzar a revertir la crisis.
Y si llueve, que es lo que el sector agropecuario necesita y pide a gritos, reaparecerá la figura del recriador que con tal no tener pesos en la mano apostará por la tenencia de animales. Eso será lo que afirme el valor del ternero.
Ok
Dejen de llorar loco, “pierden 30 mil pesos por animal” con eso ya no engrupen a nadie, digan que pierden de ganar 30 mil pesos mas además de los 50 mil por animal que ya ganan normalmente