“En las próximas semanas estaremos en Buenos Aires mostrando la realidad de las economías regionales, porque no ha habido una decisión política para encauzar esta situación”, confirma Sebastián Hernández, el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén. Es el principal dirigente que convoca al “frutazo” en Plaza de Mayo y habló con Bichos de Campo mostrando su decepción con el gobierno de Cambiemos.
“Ha quedado muy claro que quieren un libre mercado. Y en la fruticultura viene de décadas y décadas ese sistema, y es un abuso porque se vienen perdiendo productores y empresas chicas, y van quedando solo los grandes grupos”, dice sobre esta gestión. Añade que uno de los grandes problemas de la zona productora de peras y manzanas es “el abuso comercial” de peces grandes a peces chicos. Y reclama; “El Estado tiene que estar presente”.
Los productores de fruta adelantaron un día la protesta en la capital argentina y piensan extenderla durante casi toda una semana. El lunes 22 emprenderán viaje hacia Buenos Aires con 12 mil kilos de peras y manzanas, que regalarán el martes en Plaza de Mayo. Al día siguiente irán al Congreso, donde esperan ser recibidos por legisladores. Y el jueves 25 la protesta continuará ante el Ministerio de la Producción, que conduce Dante Sica.
“La verdad es que este gobierno no generó medidas. Al contrario, el productor está cobrando menos y le cuesta más producir. Todas las promesas quedaron en la nada”, sostuvo el dirigente rionegrino.
Mirá la entrevista completa con Sebastián Hernández:
Hernández cree que el telón de fondo ha sido siempre el mismo, más allá de los gobiernos “Hay que diferenciar las economías regionales del resto. No pueden tratar a los pequeños y medianos productores de la misma manera en que tratan a las grandes empresas multinacionales. Estamos pagando los mismos costos laborales, los mismos impuestos, la misma presión fiscal que una empresa millonaria”, afirma.
Para la protesta en Plaza de Mayo levantarán por lo menos tres reclamos coyunturales: El primero tiene que ver con la prórroga de la Ley de Emergencia Económica para las peras y manzanas, que ya fue anunciada por Dante Sica pero depende del Congreso. El segundo punto tiene que ver con la falta de rentabilidad. Y ligado a este viene otro pedido: la creación de un instituto que agrupe a toda la cadena y pueda coordinar mecanismos contractuales y asegurar el precio mínimo al productor, emulando lo que hace el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
La situación que describe Hernández luego de la cosecha en el Alto Valle es dramática, aunque es la misma que se repite año tras año:
- Los productores independientes (que venden a los empaques) no están cubrieron su costo de producción, que fue calculado por el INTA en 10,40 pesos por kilo, en el promedio de peras y manzanas de este temporada. Hoy los empaques están ofreciendo la mitad, entre 5 y 5,50 pesos, cuando solamente el costo de la mano de obra para la cosecha es de 2,50 pesos por kilo.
- Esta crónica falta de rentabilidad provoca que los productores “comiencen a dejar la actividad y todo empieza a decaer y cada vez se ponga más difícil”. La Ley de Emergencia que se pide prorrogar les permitía ir pateando el pago de aportes y contribuciones patronales en los últimos dos años. Pero toda la cadena frutícola ahora acumuló una deuda deuda fiscal de unos 1.700 millones de pesos, que será imposible pagar porque no mejoró la situación ni se salió de la crisis.
- En este contexto, hay en el Alto Valle muchas chacras que ya están abandonadas y otras que podrían pasar a pertenecer al Fisco en caso de que este decida ejecutar esos pasivos. “Ya se puede decir que los productores estamos mirando la chacra desde la tranquera, porque una parte importante ya pasó a ser del Estado por la cantidad de deudas” sin cancelar, afirma Hernández.
- Los jóvenes emigran y buscan otra solución individual, y por eso la edad promedio de los productores que siguen en pie ronda los 65 años. “Quedan entre 1.500 y 1.600 productores. Siguen cayéndose y lamentablemente no hay ninguna formula para evitarlo”, denuncia.
- El productor frutícola exhibe además una falta total de reglas comerciales, que inclinan la cancha en contra del productor. Por ejemplo, los chacareros entregan su fruta sin saber bien cuánto van a cobrar, ya que las liquidaciones finales se conocen a veces casi diez meses después de la cosecha. Además los empaques manipulan las cifras de descarte de fruta para industria. “Ningún galpón te va a aceptar con más de 20% de descarte, pero al final te aparecen con 40/50% de descarte y el productor no tiene posibilidades legales de pelearle a la empresa”, señala Hernández.
-Vos sos joven todavía. ¿Por qué no te fuiste a buscar futuro a otra actividad?- le pregunta Bichos de Campo.
-Valoro mucho el esfuerzo de mis abuelos y de mis padres, y me gusta mucho lo que hago. He hecho todo lo que tenía que hacer, he reconvertido, me he tecnificado, pero aún así no puedo creer que yo tenga que dejar esta actividad, que es sacrificada pero honorable. Está en mi sangre ser productor, y no bajo los brazos porque pienso que en algún momento podremos encaminar esto. La idea mía es seguir luchando. y tratar que esto pare, que no caigan más productores.