Todas las cosas, hasta las series más exitosas, llegan a su fin. Y los rosarinos creen que es el tiempo de probar que también se está acercando el momento de comenzar a despedirse de los combustibles fósiles o por lo menos del gasoil. En los próximos meses, más de la mitad de la flota de colectivos que transitan por esa ciudad va a moverse con un combustible cortado al 25% con biodiésel (actualmente el corte obligatorio es de solo 10%), pero además habrá tres unidades especiales que se destinarán a probar si es posible funcionar sin una gota de gasoil, un 100% con el combustible renovable elaborado a partir del aceite de soja.
Rosario tiene una flota de 820 colectivos divididos en tres empresas: una estatal, otra mixta y la tercera privada. Las dos primeras (Semtur y Mixta) sumarán unos 400 vehículos a este operativo destinado a probar que es posible elevar el corta del combustible que se utiliza en el transporte, de carga y de personas, y vencer así la resistencia que ha venido surgiendo básicamente de las fábricas automotrices (que argumentan que una mezcla más elevada daña los motores) y de las petroleras, claro.
El gobierno de Santa Fe (del mismo signo político que el municipal de Rosario) se juega entero detrás de esta movida, ya que hasta el gobernador Miguel Lifschitz participó este martes en el predio rural de Palermo de la presentación en sociedad de dos de los tres colectivos héroes que tratarán de transitar las calles rosarinas impulsados al 100% por bidodiésel. Uno es Mercedes Benz y el otro Volkswagen, dos buses convencionales que cuentan con motores Euro 5. El tercer BioBus es un vehículo híbrido con motor Euro 3.
No son ni “gasoleros” ni unos hippies rotosos quienes impulsan esta iniciativa de claro impacto ambiental, pues apunta a reemplazar un derivado de la refinación del petróleo por un combustible renovable, pues el biodiésel se elabora a partir de la soja que se cosecha año tras año en toda la provincia. Más bien, hay intereses poderosos detrás de este proyecto. Básicamente las empresas nucleadas en Carbio (Cámara Argentina de Biocombustibles), que son casi las mismas que integran la industria aceitera y el polo exportador de cereales. Hasta ahora, estas compañías están enfocadas en el mercado de exportación del combustible, aunque últimamente han sufrido represalias de Estados Unidos y temen que Europa también las deje fuera del mercado. Por eso miran con mucho interés el desarrollo del mercado doméstico.
Ver: Ahora que exportar no es tan fácil, piden ampliar corte del gasoil con biodiésel
Hasta ahora, el biodiésel necesario para el corte obligatorio del 10% del gasoil es abastecido sobre todo por los fabricantes más chicos (compran el aceite y los transforman en biodiésel) nucleados en la Cámara de Empresas Pyme Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb), que obviamente también está interesada en ampliar su horizonte de negocios. Tanto esa cámara como Carbio apoyan decididamente este programa santafesino y donarán todo el combustible que usarán los colectivos que funcionarán al 100%. Esperan sacar conclusiones jugosas del monitoreo permanente que registrará cualquier inconveniente en los motores de dichas unidades en los próximos meses.
“Ojalá en seis meses podamos estar evaluando resultados positivos”, dijo Lifstchitz. Entre el equipo técnico del Ministerio de Energía de Santa Fe no tienen dudas que las cosas funcionarán de maravillas en el grueso de la flota que funcionará con un corte del 25%. “La idea es ver si se banca la inyección electrónica. Sabemos que hasta el 50% no debemos tener porblemas”, dijo un especialista, que citó el caso de algunas empresas privadas, como la cervecera Quilmes, que ya mueven su flota de camiones con ese porcentaje de corte.
Si todo sale bien, el Gobierno de Santa Fe se pondrá al frente del reclamo de elevar el corte obligatorio del gasoil al 25%, por lo menos en las flotas de transporte de todo el país, la maquinaria agrícola y también en la generación de energía eléctrica en centrales térmicas. Será una manera de generar mercado para las 16 plantas elaboradoras de biodiésel que existen en la provincia, que concentran el 80% del total de la producción de ese producto a nivel nacional. Además de sostener fuentes de trabajo.
Ver: ¿Quiénes son los 12 del patíbulo en la industria del biodiésel?
“Dentro del universo de los biocombustibles, el biodiésel es el que más empleo genera. Actualmente explica 671 empleos en el área de bioenergía de Santa Fe, a los cuales se suman casi 6.000 puestos de trabajo indirectos”, señaló un informe oficial sobre el proyecto.
Hace unos días, la Bolsa de Comercio de Rosario emitió un estudio sobre ese negocio y reclamó, con mayor timidez que el gobierno local, elevar el corte del 10 al 15%. Según el trabajo, la demanda de gasoil para el parque automotor y la agricultura (según cifras del 2016) rondó los 13.700 millones de litros. El biodiésel utilizado para mezclar ese gasoil fue de 1.200 millones de litros, representando cerca de un 9% del consumo total. Elevar en 5 puntos el corte obligatorio tendría entonces un impacto en la demanda de unos 600 millones de litros adicionales.
Argentina, que comenzó a producir biodiésel a partir del aceite de soja desde 2007, tiene en la actualidad 37 plantas elaboradoras, con una capacidad de producción de 4,4 millones de toneladas. Es decir que si no puede exportar el biodiésel ni incrementa su consumo en el plano doméstico, la capacidad ociosa de la industria sería muy elevada.